ɴɪɴᴇᴛᴇᴇɴᴛʜ ɴɪɢʜᴛ

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El trabajo me seguía consumiendo, estar en mi casa por igual, ya no aguantaba todo el estrés que caía encima de mí, solo tenía ganas de llegar al único lugar que me hacía sentir libre: aquella esquina, en la que siempre podía encontrar a Seungmin, aquel lugar que se había convertido en mi lugar favorito.

Un suspiro salió de mis labios y lo observé, estaba solo, colocándose de puntitas para ver por encima del gentío que caminaba a su alrededor; parecía buscar a alguien. Sin embargo, esa búsqueda terminó cuando su mirada cayó en mí.

Le regalé una sonrisa, él no me la devolvió, en cambio, volteó su rostro y prefirió ignorarme.

Tampoco me preocupé por decirle algo, éramos dos personas desconocidas nuevamente, él era alguien ajeno a mí y viceversa, o así lo veía yo.

El autobús llegó, subí sin dar vuelta atrás, sin mirarlo... sin despedirme.

Seungmin tampoco se preocupó por hacerme saber que se iría, pues cuando lo observé por la ventana del transporte, él hablaba con un hombre desconocido, que no parecía querer nada más que... comprarlo.

KISAENG|| Hyunmin -αdαpтαcιóɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora