ᴛʜɪʀᴛʏ sᴇᴄᴏɴᴅ ɴɪɢʜᴛ

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— ¿Entonces...? ¿Cómo va el embarazo de Lia? —traté de sonar amigable; sin embargo, no lo logré.

Changbin me miró y escupió a un lado de la acera, siguiendo con su camino al instante, como si nada hubiera ocurrido.

—Hemos tenido problemas, ella no deja de joder con el tema de comprar otra casa y preparar el baby shower. No la comprendo, no la quiero comprender —se exasperó.

Bajé la mirada, no sabía qué decirle, jamás había logrado comportarme de esa manera durante el embarazo de Yuna, lo nuestro nunca fue planeado, pero supe controlarme y apoyarla en todo lo necesario, algo que mi amigo no parecía querer hacer.

—Eso es solo el comienzo, ten por seguro que cuando el bebé nazca, todo cambiará —traté de animarlo. Él me miró con un expresión que claramente se podría interpretar como un "¿Es enserio?" Y prosiguió a sacar algo de su bolsillo de su pantalón.

—No te pedí un breve resumen de cómo se arruinará mi vida, Hwang, así que mejor cállate —advirtió. Sin embargo, ya no sentía miedo, en este mismo instante me importaba muy poco ser golpeado nuevamente o acabar en una morgue.

Creo que sin Seungmin, ya nada tenía sentido.

Un cigarrillo se instauró en su boca, el encendedor soltó un resplandor en medio de la noche y luego, el humo salió de sus labios. Hyunjin estaba fumando, parecía disfrutar de esa simple, pero muy dañina acción.

Estaba tan concentrado en mirar el suelo, que ni cuenta me di de los puños apretados de mi acompañante. Solo su grito logró sacarme de mis pensamientos.

— ¡Maldita zorra!

Después de eso todo fue tan rápido. Changbin golpeando a un chico, que a mi parecer tenía dieciséis o hasta diecisiete años, y luego... luego solo hubo sangre y gritos de parte de Félix.

Seungmin también estaba ahí, él me miró brevemente y pasó a detener a su amigo bajito para que no se metiera en la pelea.

Las personas comenzaron a rodearnos, el chico de cabellos azabaches y una nariz un tanto grande también le contestaba algunos golpes a Changbin y este último le decía que dejara de frecuentar a su puta.

— ¡Es mi novio! ¡Suéltalo! —el grito de Félix detuvo todo, incluso los puños de Changbin hacia el pobre chico.

Seungmin lo soltó y yo solo observé como mi amigo se quedaba como un idiota. En realidad, todos nos quedamos como estúpidos, nadie esperaba que un prostituto tuviera novio.

KISAENG|| Hyunmin -αdαpтαcιóɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora