sɪxᴛʏ ғɪʀsᴛ ɴɪɢʜᴛ

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Estábamos "peleados", por así decirlo; cada uno por su lado, él mirando hacia cualquier punto perdido y yo... yo solo miraba hacia al frente, esperando que algo sucediera o que él se acercara por arte de magia. Sin embargo, eso no sucedería aquí, ni en ninguna otra vida.

Seungmin y yo éramos muy orgullosos, él era alguien que fácilmente no abría su corazón, claramente me lo había demostrado, pero no entendía el por qué lo había hecho conmigo.

Solté todo el aire retenido por mis pulmones y viendo a Seungmin, me encaminé hacia él. Mi mirada no dejaba de escanear su silueta, aquella que era tan perfecta.

Me apoyé en la pared, a un lado de él.

—Lo siento —susurré.

—No los dejes —sus palabras fueron claras.

—No los dejaré a ellos... Dejaré a Yuna.

Él sonrió y tras unos minutos largos, me miró con una sonrisa en el rostro.

—Te amo, Hyunjin, pero no pienses que por amor dejarás a tus hijos. Ellos deben estar por encima de todo, incluso por encima de mí.

Me coloqué de pie delante de él y tomé su rostro entre mis manos.

—Creo que tú ya estás por encima de todos.

KISAENG|| Hyunmin -αdαpтαcιóɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora