KISAENG|| Hyunmin -αdαpтαcιóɴ

ғᴏʀᴛʏ ɴɪɴᴛʜ ɴɪɢʜᴛ

— ¿Quién mierda es él? ¿Qué mierda hacía besándote y por qué mierda se lo permitiste? —grité, tratando de quitar todo el dolor que sentía desde anoche, cuando presencié ese estúpido y asqueroso acto.

Nos encontrábamos en la habitación de hotel que había sido testigo de nuestros encuentros pasionales. Había tenido que traer a la fuerza a Seungmin, no podía dejarlo de esa manera.

— ¡Eso a ti no te incumbe! ¡Es mi vida y yo hago lo que quiero con ella! —Seungmin también gritó y cuando pensaba levantarse, me lancé a él, a sus labios.

Sostuve sus manos a cada lado y comencé a descender por su piel, él estaba enojado y se resistía a cada una de mis caricias, pero al succionar su piel se rindió.

Ya conocía los puntos débiles de Seungmin, conocía cada punto que lo llevaba a la excitación total y sabía que eso sería un punto a mi favor.

—Claro que me incumbe, claro que me importa lo que haces o no haces con tu vida... Te amo, Seungmin. No sabes cuánto lo hago y cuánto deseo hacerte mío, solo mío —comencé a susurrar y acariciar con mi nariz su cuello o cualquier lugar expuesto de su cuerpo, absorbiendo su perfume varonil y sexy.

—Y-yo... —estaba perdiendo la cordura y cediendo a mis juegos y caricias.

— ¿Tú qué...? —ya iba metiendo mis manos debajo de su ropa.

—Y-yo te amo Hyunjin.

Logré ver el cielo claro, un arcoíris en este y la felicidad llegar a mi vida. Logré vivir de nuevo al escuchar esa simple oración.