ғɪғᴛɪᴇᴛʜ ɴɪɢʜᴛ

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¿Alguna vez te has enamorado en menos de dos meses, has logrado sentir que tu corazón late con tal fuerza que sientes que en cualquier momento saldrá de tu pecho, has sentido miedo de perder a esa persona que jamás creíste que te importaría o sentido celos de alguien que es más cercano a la persona que te gusta?

Sinceramente, con Yuna jamás logré sentir eso, ni siquiera cuando nos convertimos en novios o cuando la vi con otro chico. Jamás sentí algo de amor por ella, ni siquiera sé por qué fue que nos convertimos en algo más allá de mejores amigos. Tampoco sé por qué me casé con ella cuando el niño que esperaba no era mío, sino de una de sus conquistas de fin de semana. Mucho menos sé por qué me acostaba con ella o por qué le decía un "te amo" al terminar de hacerlo, si en verdad no sentía eso.

Y aunque nadie me crea, no sé por qué la embaracé "nuevamente" cuando en verdad sentía que este cuento de la familia feliz no funcionaría con ella.

No sabía por qué había formado una familia con la persona incorrecta.

Y definitivamente, no sabía por qué al mirar a Seungmin en estos momentos, me daba una sensación de tranquilidad, de paz, de armonía, de amor... de sentimientos que jamás logré tener por mi esposa.

El cielo estaba oscuro, las estrellas solo la alumbraban y la luna era el único testigo de este amor prohibido por la sociedad y por nosotros mismos.

— ¿Cómo te fue hoy? —su pregunta me hizo sonreír y su rostro lleno de felicidad me hizo feliz por igual.

—Todo muy cansado, bebé —rodeé sus hombros y besé su frente antes de caminar hacia el mismo lugar de siempre.

—Estoy seguro de que después de esto, no volverás a sentir cansancio —su voz se escuchó en un susurro.

Porque su sola voz podía hacerme estremecer.

KISAENG|| Hyunmin -αdαpтαcιóɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora