KISAENG|| Hyunmin -αdαpтαcιóɴ

ᴛʜɪʀᴛʏ ғᴏᴜʀᴛʜ ɴɪɢʜᴛ (𝟸)

Tomé entre mis dedos la crema que minutos atrás había comprado en la farmacia, era una crema especial para los golpes. Lo pasé por la zona dañada, rozando la piel suave de Seungmin; sus pómulos eran más notorios, su piel estaba más pálida y parecía un muñeco de porcelana que ante el más mínimo movimiento brusco se iba a romper.

— ¿Quién te hizo esto? —mi tono de voz fue exigente, cuando en realidad solo quería darle un atisbo de comprensión.

Esperé por varios minutos su respuesta, esperé que me diera alguna pista del imbécil que lo golpeó, al contrario, se lanzó a llorar y a tocar sus mejillas para limpiar el resto de lágrimas.

No quería obligarlo a nada, por lo que decidí abrazarlo nuevamente y acostarme junto con él. Ambos abrazados, llorando y siendo nosotros mismos en nuestra burbuja de amor, que podría llamarse cuarto de un hotel.

Su cuerpo comenzó a sacudirse, producto de los sollozos y quejidos; me aferré más a él y susurré:

—Ya todo pasará, yo estoy aquí, tú estás conmigo. Ya no necesitamos nada más.

Él asintió, apoyando su frente en mi pecho y restregándose contra mi camisa.

Por un momento, miré el pequeño armario que yacía al lado de cama, ahí se encontraba mi dinero, todo el dinero que había juntado a lo largo de cinco tortuosos años. Y nuevamente, las ganas de reemplazar ese llanto por una sonrisa me carcomieron. Quería que solo sonriera al estar a mi lado, sin embargo...

—Minnie —susurré. Él logró controlar su llanto tan solo para escucharme — ¿Cuánto cuesta... Cuánto cuesta pasar una noche contigo?

Entonces, los quejidos y sollozos se detuvieron, se alejó de mi cuerpo y me miró como si fuera un bicho raro.

— ¿Qué.. qué estás tra...

—Quiero pasar la noche contigo, con el verdadero Seungmin.