Capitulo 3.- ¿Roomies?

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Al saber en que edificio me quedare tomo un par de maletas de mi auto y corro en busca de mi cuarto. No puedo esperar mas quiero saber ya como es. Camino por los pasillos con inseguridad buscando el numero 17 y tambien algun rostro conocido. Tal parece que cada piso tiene doce cuartos asi que el 17 debe estar en el segundo piso. Subo la escalera con dificultad jalando las maletas con agresividad.

Y justo como creí, ahí esta mi cuarto. La puerta esta cerrada. Supongo que soy la primera en llegar. Empujo la puerta con fuerza detras de mi con mi pie y jalo las maletas con las fuerzas que me quedan. El azote de la puerta se mezcla con un rudo grito de reclamo.

-¡Diablos! ¿No sabes tocar?- dice apenas mirándome de reojo mientras cierra con fuerza un cajón y se para sacudiendo sus manos.

-Lo siento. Creí que no había nadie- volteo sorprendida al escuchar la voz.

Su expresión cambia de molesta a examinarme de pies a cabeza mientras pasa la lengua por los dientes y levanta una ceja.

-Es mejor preguntar a creer- responde con frialdad y me da la espalda.

¿Ok? No tiene razón para ser tan grosera. ¿Así que esta es mi compañera de cuarto? No he estado aquí ni cinco minutos y ya me esta maltratando.

Mientras ella sigue acomodando unas cosas en un cajón y me da la espalda yo la examino ahora a ella. Es una chica delgada con piel oscura clara y brillosa, parece que se ha puesto aceite encima. Tiene un gran cabello perfectamente rizado, casi afro y ojos color miel. A juzgar por la forma en la que viste es alguien que tiene gusto por la moda y le gusta llamar la atención. Lo sé porque esta usando un bodysuit verde neon y un brallete por encima. Quien usaría algo así si no quieres que te vean.

Por unos minutos pretendemos ignorarnos. Al parecer nuestra primer impresión no fue muy buena. ¡Genial! Así comienza mi primer día en la universidad, mi compañera y yo nos odiamos. ¿Por que a mi? Quiero cambiar las riendas de mi vida y ser mejor persona pero me ponen estos obstáculos. ¿Por qué me odias Dios?

Me quedo unos segundos pensando en que cama elegiré. Esta la que esta pegada a la ventana. Amaría ver la luna mientras estoy recostada en mi cama y la luz por las mañanas. Pero por otro lado esta la cama de en medio, que tiene mas espacio para poner mis cosas con dos mesas de noche a los lados y esta mas cerca de la puerta, por si hay una emergencia podré salir primero. Creo que la cama de la ventana me llama mas así que tomare esa. Pongo mi bolso sobre la cama, voy por una maleta y la pongo sobre la cama también.

-¡Hey, pseudo Barbie! ¿Qué haces?- se para poniendo el peso en su cadera y parpadea un par de veces perpleja.

-Acomodo mis cosas- respondo a la defensiva un poco harta de su actitud. Me acomodo tambien en mi cadera y pongo las manos en la cintura mientras la reto con la mirada.

-Yo tome esa cama. Asi que tendras que tomar la otra.

-¿Y quien decidio eso?

-Yo- responde con descaro.

-El hecho de que llegaras primero no te da el derecho de mandar aqui. Es habitacion de las dos.

-Me importa un demonio tu opinion. Esta es mi cama- toma mi bolso de la cama sin despegarme la mirada retadora decidida a poner mis cosas en la otra cama.

Al sentir la textura de mi bolso lo mira con curiosidad. Le da vuelta y lo ve con detenimiento.

-Es un Chanel 2.55 reissue- dice mientras se le queda viendo.

Pretty Bad 2: Blondes have more fun.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora