Matt Cortés.
Alex sigue y sigue parloteando acerca de su cita con Cristina, platicando cada detalle. Nunca, repito, nunca me imaginé verlo así de emocionado por una chica que no fuera Lucy. Y eso no sé si es bueno o es malo, antes, era oírlo hablar de Lucy de cada detalle que le gustaba de ella, desde su físico hasta de cosas tan simples como su sonrisa y los pequeños hoyuelos que se le marcan. Ahora, es oírlo de cada momento al lado de Cristina. Conclusión: Va a terminar por volverme loco.
Y no es que le quiera romper su burbuja, pero creo que es momento de hablar del elefante en la habitación.
—Bro, no es que me quiera meter en tu relación con Cristina, pero, ¿qué con Lucy?
—¿Qué hay con ella? ¿Está enferma? —pregunta alarmado.
Vaya, y yo creí que no había persona más ciega que *****una de las bibliotecarias.
—Creo que sabes a lo que me refiero. Pasaste casi diez años enamorado de ella, era la chica de tus sueños y ¿qué, de repente de la noche a la mañana Cristina aparece a cambiarlo todo?
—¿Qué quieres que te diga? —pregunta en una semblante serio, sin detenerse, sino lo contrario, a un paso más apresurado.
—Sólo que me digas qué fue lo que cambió. Siempre me lo has contado todo desde que tengo uso de razón.
—Hermano, no te ofendas pero tu uso de razón empezó tarde. Mira, lo que pasa con Lucy... es... bueno, supongo que me di cuenta que no puedo competir con mi hermano. Ellos dos siempre se han gustado y yo sólo era un estorbo para el camino de ambos.
—Oh, vamos. Tú le puedes hacer bastante competencia. Entiendo que no eres tan popular como él, ni tan fuerte.... pero al menos no eres un cero a la izquierda. Sabes que le gustas a varias chicas, desde las niñitas de primer año hasta las de último año, Bro, eres un ídolo para muchos que en serio son invisibles.
—Viejo, en definitiva tú vocación no está en la psicología.
—Mi punto es que no olvidas a nadie de la noche a la mañana, te lo dice alguien que...
—Que sigue enamorado de su ex —completa. Mierda, esta no era la plática que esperaba.
—Las cosas no son así lo juro —digo en un intento por defenderme.
—¿No? Deberías de decirle a Scarlett, a ver qué opina ella.
—¿Qué? Oye, no, yo no... No me intentes cambiar el tema.
—Okay, mira, la noche en que sucedió lo del accidente de Lucy, al llevarla al hospital conversamos sobre su relación con Jay, y cada palabra linda que decía de él, me rompía el corazón, y cuando sentí que no podía pasar o decir algo peor, ella empezó a coquetearme, dio a entender que le gustaba.
—¡Bro, eso no lo habías dicho! —lo tomo de los hombros y comienzo a sacudirlo con fuerza— ¡Felicidades, campeón! Es todo lo que alguna vez habías deseado oír, ¿verdad?
Alto. Lucy se confesó como seguramente Scarlett sabía que pasaría, pero, ¿porqué Alex está con Cristina y no con la chica de sus sueños?
Lo miro confundido, esperando su respuesta. Él se queda viendo al suelo por unos segundos, como reviviendo aquella escena de él y Lucy en el hospital. Se ríe por unos segundos, pero es una risa triste.
—Sí. Eso era todo lo que ansiaba escuchar, pero ella seguía borracha, tú viste como tomó esa noche. Ella no decía eso porque yo le gustara o porque sintiera algo por mí, ella estaba dolida por mi hermano... Y sabemos como es, si a ella la hieren se encarga que a la otra persona le duela el doble, ¿Y cómo le iba a dolor a mi hermano? Exacto, conmigo.
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Internados
JugendliteraturLas buenas decisiones no son algo que caractericen a Scarlett Miller, pero, ¿quién la puede culpar después de la pérdida de su mamá? Empezar desde cero en una internado lejos de su familia no fue una decisión fácil, ni mucho menos la correcta. Ella...