No hagas cosas que...

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—¡Estúpida, me asustaste! —reclama Lucy con una mano en su pecho

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—¡Estúpida, me asustaste! —reclama Lucy con una mano en su pecho.

Y no fue la única, pensar que un loco me había mandado partes alguien o algo también me tenía con los pelos de punta.

Sonrío como tonta y alzo el contenedor de plástico en lo alto, como si fuera un premio. Esto sin duda fue obra de Matt.

—¿No es lindo? Me compro como diez de estos —saco uno de los brownies y lo llevo directo a mi boca. Dios, están exquisitos. 

—¿Son los brownies de la cafetería, no? —pregunta volviéndose a recostar en su cama. 

—Aww, sí. En la mañana, antes de la clase de deportes, quise comprar uno pero se nos hizo tarde para la clase y nos fuimos no sin antes suplicarle por unos. Me dijo que al terminar la clase me compraría unos, yo creí que no sería así pues se estaban acabando ¡y ve! Por eso me dijo que lo viera en la fuente, para darle tiempo de comprarlos y dejarlos en la recepción. 

—Yo sólo pregunté si eran los de la cafetería, no la cruzada que hiciste para conseguirlos.

Me giro a verla y ella me ve con una sonrisa burlona. Tomo una de mis almohadas y se la lanzo directamente a su cabeza.

 Antes de otra cosa le tomo foto al contenedor junto con los brownies, y se la mando junto con un mensaje a Matt.

Gracias

Me encantaron.💕

Su única respuesta es:

❤️

Recuerdo que justo ahora está en camino a la casa de sus padres así que no puede estar al tanto del teléfono.

Me recuesto nuevamente y le mando otro mensaje antes de cualquier otra sorpresa.

Me avisas cuando llegues, ¿sí? Te amo. 

Tomo un libro de los tres que están en el suelo, y vuelvo a releer las últimas cuatro páginas del libro que nos indicó la profesora de Literatura

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Tomo un libro de los tres que están en el suelo, y vuelvo a releer las últimas cuatro páginas del libro que nos indicó la profesora de Literatura.

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