Malentendidos.

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Era la clase de matemáticas y me senté a lado de él, de Daniel. Desde mi lugar vi como Alex me hacia señas junto a Matt y Lucy, y todas sus señas eran claramente por Daniel, el cual estaba haciendo los ejercicios que la maestra había dejado. Pero de repente dejó de hacer lo que estaba haciendo y me miró con una sonrisa bastante linda que se fue convirtiendo en una mueca.

—¿Pasa algo?

—Nada importante.

—¿Seguro? Entonces porque me miras así.

—No hay motivo alguno, es sólo que me gusta mirarte. Te incomoda, ¿No es así?

—Sí, algo. Bueno en realidad me gusta, pero...

—Pero crees que yo lo hice y temes ser la siguiente. —Su mirada cambió y de un momento a otro ya no estábamos en el salón de clases sino en una especie de bosque al atardecer.

—¡Demonios! ¿Qué pasó aquí?

—Responde, ¿Crees que yo lo hice?

—Yo no quiero creer que eres tú, pero con tus comportamientos me hacen dudar de una manera inexplicable. Ahora explícate.

—Ya veo, pero no tengo nada que decir más que confíes en mí.

—¡¿Qué?! No, no lo haré sólo dame al menos una explicación. —Él negó con la cabeza mientras se encaminaba más hacia el bosque y con cada paso que él daba se oscurecía más.

Desperté, abrí mis ojos bastante exaltada con un sentimiento bastante extraño volteé hacia mi mesita de noche en donde se encontraba el reloj, el cual marcaba las tres de la mañana, traté de calmarme viendo mi celular, pero no sirvió puesto que me encontré con una publicación del accidente de la amiga de Lucy, no había muchos detalles en la nota pero fue suficiente para preocuparme aún más.

Traté de volverme a dormir pero no lo conseguí hasta una hora después. Sonó el despertador y me apuré a vestirme para esta vez llegar a tiempo a la clase que me correspondía que era Historia.

Llegué quince minutos antes al salón sin siquiera pasar por algo a la cafetería pero no me podía arriesgar a que pasara lo mismo de ayer, al llegar al salón no había nadie, salvo una persona, Daniel.

—Ho-hola Daniel.

—Hola Scarlett, ¿Por qué tan temprano?

—Me pregunto lo mismo.

—Yo siempre llego antes, justo para evitar lo que te pasó ayer. —Dijo con una risita.

—Creo que nunca lo vas a superar, sólo olvídalo.

—No, es algo que siempre te recordaré, es de verdad algo gracioso, y lo que lo hace aún más gracioso es lo que te dijo el profesor.

—¡Basta! Cuando tú cometas un error también te lo recordaré por siempre.

—Scarlett, eso es imposible.

—¿Por qué?

—Porque yo no cometo errores querida. —Dijo en un tono arrogante.

—Eso ya lo veremos.

—Da igual, por cierto recuerda que hoy empezamos.

—Claro, pero es que...

—¿Te arrepentiste?

—No —Dije de inmediato. —Sólo que... No sé si te enteraste del accidente de ayer.

—Sí... Es algo muy lamentable lo que le pasó a la chica. Pero, ¿Qué tiene que ver eso con el estudio?... ¿Crees que yo lo hice?

—No, de verdad que no pienso eso pero Lucy es su amiga y no sé nada de ella desde ayer y me gustaría ponerme en contacto con ella.

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