Internados

Te quiero cerca.

Aún seguía impactada por lo que me dijo Lucy. No quería pensar lo peor de ella. Me quedé en shock por unos momentos.

—¿Scarlett? —Su voz interrumpió mis pensamientos. —De seguro piensas que soy un monstruo.

—No pienso eso Lucy, es sólo que me has dejado sin palabras.

—Solo dilo, soy una asesina.

—Ya te lo he dicho, yo no pienso eso. Lucy, escúchame. Sé que no fue fácil para ti todo lo que pasó, pero lo que no entiendo es que no me lo hayas querido contar. Sé que apenas nos conocemos para contarme algo así de serio, pero me hubiera gustado que me lo contaras, al menos para entender lo que está pasando.

—Estaba avergonzada, apenas estaba saliendo de todo esto y no quería volver a tocar el tema. Me dejó algo así como un trauma, el cual me costó mucho tiempo superarlo y bueno... simplemente no quería volver a eso.

—De verdad que lamento mucho esto pero aún quiero saber todo...

—Tranquila Scarlett, no es molestia es mi culpa después de todo, yo les decía a los chicos que no te dijeran nada, así que te lo tendré que decir. Verás, en cuanto llegué me gustó Matt y no te lo voy a negar me volvía loca, salimos dos o tres veces quizá y me di cuenta que sólo lo quería como un amigo. Después de eso mi amiga Camille que conocía a Daniel me presentó a su hermano Diego —sonrió apenas mencionó su nombre —, él y yo decidimos ir despacio y conocernos bien.

«Salimos durante un mes y medio cuando simplemente sucedió. Éramos muy felices, hasta que me enteré que muchos chicos querían salir conmigo, comencé a creer que yo era lo mejor de lo mejor, me distancié de él, lo empecé a evitar, incluso lo llegaba a humillar, yo y toda la escuela al ver como lo trataba aprovechaban para molestarlo, además de eso lo empecé a amenazar diciéndole: "Sino quieres que tú y yo terminemos déjame tranquila. O empezaré a ver a más personas" después de eso yo... yo comencé a ver a Jay a espaldas de Diego. Un día Daniel nos descubrió y me dijo que no diría nada si yo ya no lo hacía más y que arreglara las cosas con Diego, le dije que lo haría pero no fue así, seguí viendo a Jay más de una vez y bueno... llegó el día en el que Diego nos descubrió y terminamos.

«Por más que me rogó y me rogó yo me negué, cuando fueron las vacaciones de invierno platiqué con Camille, me dijo que no fuera una idiota y que arreglara las cosas con él. Intenté llamarlo pero no regresaba mis llamadas, supuse que no quería saber nada de mi y la verdad es que no lo culpaba. Pero la verdad es que estaba internado en un hospital psiquiátrico, no me enteré de eso hasta que llamaron sus padres y me dijeron que había muerto, dejando una carta en la que decía que era por mi, por nuestra separación. Caí en depresión pero mis buenas amistades y mi familia me ayudaron a salir adelante.

Quería llorar, en parte porque me sentía identificada con Diego, ya que a mí igual me molestaron y humillaron cuando murió mi mamá. Y otra por todo lo que tuvo que pasar Lucy al cargar con la muerte de Diego.

—¿Y cómo la pasó Daniel?

—Destrozado, más cuando terminó con Alicia.

—¿Ella era su novia?

—Sí, Alicia Cortés, ella... —Cortés, ese apellido me suena, pero no recuerdo de dónde, ¿será de...?

—¡Alto, alto, alto! —la interrumpí— ¿Cortés? ¿Como este Matt?

—Tranquila. Sí, CORTÉS, ella y Matt son hermanos.

—¡Oh por Dios! Por eso Daniel y Matt se llevan tan mal, ¿no es cierto? Seguro ellos dos terminaron mal y... ¡Oh por Dios, Daniel salió con la hermana de Matt! —Después de saber esto me sentía como una gran detective, que al fin podía conectar todas las piezas del rompecabezas.