Malos, pésimos, atroces días pasaba Daniel Stone, desde la muerte de su hermano y no era para menos, Diego fue en todo momento su compañero, su mejor amigo, su cómplice y sobre todo su hermano. ¿Lo peor? Sus padres. Sólo le permitieron asistir al funeral, ni un día más y ni un día menos.
Alicia Cortés lo veía sufrir, se encontraba destrozado todos los días cuando se encontraban solos, ya que él no quería llorar enfrente de nadie más que no fuera ella.
-Dan... me duele mucho verte así -dijo la pelinegra llorando con él.
-Fue mi culpa, mi hermano está muerto por mi culpa... tal vez si yo hubiera hecho algo... no estuve con él cuando más me necesitaba. Él lo dijo en su carta... se sintió solo, completamente solo -logró apenas decir con un gran nudo en la garganta. Sus lágrimas no paraban de salir, parecía una cascada. Sus ojos se encontraban hinchados por todo lo que había llorado.
-No te hagas esto. Culpándote no lograrás nada.
-¡Sólo trato de entender, Alicia! Mientras él estaba en el hospital sintiéndose solo y abandonado yo sólo le mandé una maldita carta.
-¡No fue tú culpa Daniel, tus padres te impidieron verlo!
-¡Debí insistir! -gritó, se llevó sus manos a la cara y lloró con más fuerza.
A Alicia le desgarraba el alma verlo así, podía sentir su dolor, lo veía reflejado en sus ojos. Aquellos ojos color miel que siempre tenían un particular brillo estaban más apagados que nunca, reflejaban dolor, una tortura que lo carcomía con el pasar de los días. Se estaba consumiendo lentamente.
Alicia se acercó a él y lo envolvió en sus brazos, comenzó a acariciarle el cabello. Él se volteó hasta quedar frente a ella, la abrazó y volvió a romper el llanto.
-Deberías estar con alguien que te haga feliz -dijo Daniel entre sollozos.
-Estoy con esa persona, Daniel, no te pienso dejar solo. Te amo, ¿escuchaste? Te amo.
-Te amo, Ali -Daniel se recostó sobre las piernas de su novia.
Llegó un momento en que se quedó dormido encima de las piernas de Alicia.
Ya era tarde, por lo que Alicia se tenía que ir antes que los supervisores la reportaran, no sin antes dejar un beso en la frente de su novio, dejándolo durmiendo en el suelo, ya que no lo quiso despertar. Hacía mucho que Alicia no lo veía dormir en paz, con absoluta tranquilidad.
Al salir de la habitación de su novio Alicia se encontró con su hermano.-¿Otra vez? -preguntó Matt, él ya sabía que no era la primera vez que Alicia iba a la habitación de Daniel a consolarlo.
-Está destrozado, Matt, entiéndelo -dijo Alicia con desaliento.
-Lo entiendo, en serio, pero no te tiene que arrastrar a ti también.
-No lo culpes, él ya no tiene a nadie ahora, sus padres están completamente desinteresados en él, muestra un poco de compasión.
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Internados
Fiksi RemajaLas buenas decisiones no son algo que caractericen a Scarlett Miller, pero, ¿quién la puede culpar después de la pérdida de su mamá? Empezar desde cero en una internado lejos de su familia no fue una decisión fácil, ni mucho menos la correcta. Ella...