Pas de deux (Johnlock)

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John sabía que a su novio le gustaba la música clásica. Disfrutaba de las prácticas de violín de Sherlock día y noche, pero nunca lo había visto bailar hasta aquel día. Estaban en un estudio de danza donde Rosie acudía a clases de ballet.

La niña, que tenía ya seis años recien cumplidos, había salido de sus clases y se estaban por retirar, pero Sherlock notó que la niña estaba muy triste y le preguntó que pasaba. John llego a escuchar entre susurros  que "no era lo suficientemente buena". Eso hizo al mas alto enfadarse y decirle que tenía muchísimo potencial, y que sería un honor ser su compañero.

Entonces dejaron sonar el dueto perteneciente al cascanueces y la Rosie empezó a hacer los movimientos técnicos que iban al inicio. Pero cuando fue el turno de Sherlock, se sorprendió de la gracia y la naturalidad de sus pasos, giros, de todo.

La pequeña hacía desplazamientos de primera a segunda, tercera y quinta posición. Alzaba la pierna en el aire y acompañaba el movimiento con los brazos y las manos, denostando talento. Y Sherlock captó su atención cuando realizó sucesivos giros en el aire con sus piernas totalmente extendidas, cuyo recorrido era un perfecto círculo alrededor de la otra.

En un momento él y su hija saltaron y giraron a la vez, para luego danzar juntos en ocho, completando el pas de deux. Alzó a la pequeña en el aire, la puso sobre su hombro y caminó hasta el frente en puntillas.

John aun no sabía como demonios eso era posible, o si le dolía. Pero su truco favorito fue el cierre con ambos juntándose, giraron y terminaron en un perfecto split.

La pequeña ya no estaba triste, reía de felicidad. Y salieron de allí con la pequeña gritando a toda voz que algún día sería igual o mejor bailarina que su padre.

Cuando llegaron a casa, John se sacó la intriga y le preguntó de donde provenían sus dotes para la danza. Sherlock le respondió que "su desenvolvimiento en las diversas artes clásicas" surge de las lecciones que él y sus hermanos tomaron en su niñez. Todos eran, aparte de buenos violinistas y genios lógicos de la deducción, bailarines agraciados.

Siempre le interesó, incluso más que a sus pares, por lo que le dedicó mas tiempo. Le agradaba que Rosie, aunque no fuera su hija, estuviera interesada en seguir sus pasos. Porque si, la niña era muy lista. Casi tanto como Sherlock a esa edad. Algo que John agradecía, si no su novio le hecharía la culpa a sus limitaciones. Que la pequeña tuviera algo no solo suyo y de Mary,pero también de Sherlock, le daba sentido a su vida. Todo era como debía ser.

Esto dejó a John satisfecho y siguieron adelante con su día. Sin embargo, le surgieron mas dudas y sugestiones para hacerle a Sherlock mas tarde, pero éstas, mas bien tenían que ver con algun baile privado, y aprovechar su flexibilidad en otros asuntos.

Tengan un poquitito de Johnlock, que hace bien al alma.
Bye💕

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