Sticks and stones may break my bones (Stucky AU)

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Como es viernes y tu cuerpo no lo sabe porque estás en cuarentena, te traigo un OS bien hot para subir los ánimos. El tema es el S&M, el vídeo lo es todo.

Enjoy💕

Steve y Bucky tenia una relación estable desde hace unos meses, y hacían todo lo que las parejas modernas comparten: paseaban al perro por el parque, se tomaban mil fotos, compartían foto de perfil y miraban series de Netflix.

La ultima que habían visto era Bonding, por segunda vez. Era de las favoritas de Steve, y al castaño le causaba curiosidad, porque su novio siempre era bastante tímido en la cama. Entonces pensó que sucedería si le propusiera algo distinto, mas agresivo y sexy.

—Oye cariño?

—Dime Buck.

—No te parece raro, el bondage?

—Pues no se si raro, es particular, pero eso no significa que esté mal. Por algo es tan popular.

—Nos imaginas a nosotros vestidos así y follando en un diván?- Steve se río.

—Creo que hemos hecho peores. Además que te verías caliente.

Ese mismo día, Bucky hizo un pedido de Amazon que contenía ropa interior sintética, un látigo, esposas, pinzas, muñequeras de cuero y un juguete muy especial.

***

Al llegar de la universidad a su apartamento, Steve presintió algo raro. Casi todad las luces estaban apagadas, salvo una lámpara al lado del sofá que iluminaba una caja y una nota.

"Hola bebé. Has vuelto a llegar tarde, y creo que mereces un castigo. Así que ve a ponerte rápido lo que te compré y vente al cuarto."

Dentro del paquete, estaba la ropa interior y las muñequeras negras. Los ojos del rubio se iluminaron.

—Podrá ser?

No perdió tiempo y se fue a cambiar. Una vez preparado se alborotó el peinado y aplicó humectante de labios con sabor a fresa, sabia que enloqueceria al otro.

Apenas cruzó el humbral de su habitación, fue empujado hasta caer sobre su estómago en la cama por el castaño, que esperaba tras la puerta. Este se apresuró y se sentó sobre su trasero, mientras le colocaban una venda en los ojos.

—Hola nene, hasta que por fin apareces...- se acercó y mordió su oreja.

—Mhmm, Buck...- el rubio sintió un fuerte azote que no lo dejó terminar.

—Esta noche te referirás a mi como papi, y me harás caso en todo lo que diga. -Se bajó de encima de el y levantó su torso, quedando sobre sus rodillas. Ya con acceso, besó sus pezones, cuello y su boca.—Entendiste?

—Ah, si papi.

Se empezaron a besar con mucha intensidad, el castaño recorría todo el cuerpo de Steve con sus manos enfundadas en guantes, cuya textura erizaba la piel de Steve.

—Mierda nene, sabes delicioso... No te das idea la cantidad de cosas que quiero hacerte...

—Anda, por favor castìgame.

—Shhh.

Bucky le dio un ultimo beso, mordiéndole la barbilla y se colocó detrás de el. Juntó sus muñequeras tras la espalda y las ató entre sí. Lo volvió a inclinar, pero esta vez separó sus rodillas y juntó sus tobillos para esposarlos. El rubio se encontraba en una posición muy expuesta, pero a su vez imposibilitado de tocarse, y las caricias de su papi lo habían prendido bastante, así que empezó a frotarse con las sabanas mientras sentía las tortuosas caricias del otro en sus piernas y espalda, evitando tocarle su entrada.

—Quedate quieto amor...-Como Steve no hacia caso, tomó el látigo y le dio un azote.—Acaso no me oíste?

—Otro... Por favor otro papi.

Entonces el castaño comprendió y empezó con los azotes, dándole fuerte pero con cuidado de no herirlo. El rubio no dejaba de gemir en voz alta, y Bucky estaba embelesado de ver a Steve así, tan deseoso y suplicante. Quería hacerlo suyo de una vez, pero se iba a tomar su tiempo. Le dio un último azote y le quitó las esposas, las ataduras y la venda.

—Oh dios, Bucky...

El castaño estaba usando pantalones sintéticos negros que se desprendían de los lados, además de los guantes y él látigo, esposas y mordaza colgando de su cintura. Era todo un dominante.

—Disfrutas la vista?- el otro asintió y lo volvió a besar, pero solo para distraerlo lo suficiente como para volver a atar sus manos por encima de la cabeza. Bajó su boca a su abdomen y luego a su pelvis, donde sopló sobre su completamente erecto pene.

—Dime que quieres nene.

—Papi te lo suplico, usa tu boca...- el castaño soltó una risita y se separó. Buscó el vibrador que compró, lo llenó de lubricante y frotó la punta contra la entrada de Steve.

—No. Este es tu castigo. No voy a tocarte, ahora resiste.

Empezó a introducir el juguete lentamente, haciendo retorcer al otro.

—Mhmm, por favor... OH OH Papi!- Buck encendió el aparato en segunda velocidad, desesperándolo. No podía tocarse, ni conseguir atención sobre su miembro de ninguna forma. El vibrador lo hacia llorar de placer.

—Tan deseable, tan necesitado y tan mio...- El dominus no aguantó mas y se quitó lo que tenia de ropa, para luego tocarse viendo la excitante escena.

—Si, papi. Todo...T-Todo tuyo.-No iba a soportar mucho tiempo más. —¡Por favor, te necesito!

—Dime que quieres, nene. - En eso, aumentó la potencia y el rubio solo podía sollozar y gritar de placer, mientras se venía sobre su estómago.

Decidió apagar el vibrador y quitárselo, mientras lamía el semen que quedó en su torso.

—Te portaste mal, Steve. No pudiste esperar a que estuviera dentro de ti. Te corriste sin permiso de papi.

—Ahhh lo siento.

El rubio aun intentaba recuperarse, pero el castaño le colocó una mordaza en la boca, Mientras se posicionaba sobre él.

—Ahora te aguantarás hasta que yo te diga. Sin besarme.

—Mmm...Mhmm.

Se introdujo de golpe y empezó a penetrarlo fuerte y rápido, sin piedad. La cama hacía ruido, y el pene de Steve rebotaba por la intensidad de las embestidas. Salían lágrimas de sus ojitos brillantes y se expresaba como podía con su boca tapada.

—Así te gusta, nene? -El rubio movió la cabeza afirmativamente, cerrando sus ojos.—Estoy tan cerca... Voy a llenarte de mi semen, y te acordarás de mi por una semana.

Entonces cuando notó que ambos estaban al límite, le quitó la mordaza y lo besó, lamiendo toda su boca y chupando su lengua.

—Ah! Si lléname papi.

—Hmmm me vuelves loco Steve.

Llegaron al clímax al mismo tiempo. Estaban sudados y agitados. Pero nunca la habían pasado tan bien.

Entonces decidieron dedicarle los viernes de cada semana a experimentar S&M.





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