Utopic Gay Shit

First Date (pt. II)

Lo pidieron, y aquí lo tienen 💕
La continuación de Workout
Enjoy!

Una vez llegada la hora acordada, El de ojos grises paso a buscar a Steve por su casa.

Este estaba más que emocionado al oír la bocina. Salió y se subió al coche.

—Hola Bucky!

—Hola, listo?

—Sip, cerré con llave y tengo bateria. Estoy a tu entera disposición.- dijo sonriendo.

—Vives solo, rubio?

—Si, de hecho acabo de mudarme. Y tu?

—Me temo que no. De hecho quería invitarte a ver una película y recordé que mi mama ve su novela a esta hora así que no podrá ser... Así que vamos a cenar afuera.

—Suena a un buen plan.

Se dirigieron al centro de la ciudad. Luego de unos minutos, aparcaron en el playón de un local.

—Dime que no me trajiste a un restaurante vegetariano...

—No esperabas ir a un McDonalds... O si?

—Pues si!

—No hiciste tal esfuerzo al entrenar hoy como para comer el doble de calorias que quemaste. Dale una oportunidad, nene.- dijo el castaño riendo.

Una vez adentro, pidieron tarteletas de calabaza y algunas guarniciones de arroz y papas; para después ponerse a charlar y conocerse mejor.

—Cual es tu canción favorita?- le preguntó el rubio empezando el ping pong.

—Creo que Easy Lady, de Spagna...¿La conoces?

—Bromeas?- dijo riendose.—No me imaginaba a alguien como tu escuchando bitch songs de los ochenta.

—Puedo ser muy gay cuando quiero. Ahora... ¿Superheroe favorito?

—La mujer maravilla. Diana es simplemente genial.

—Estoy de acuerdo, y qué hay sobre el deporte? ¿Solo conoces de futbol?

Si, mas de verlo que de jugarlo. Lo empecé a jugar por diversión. Y sobre ti?¿Que te motivó a entrenar y ser tan bueno?- el castaño pareció pensarlo.

—Mi papá, creo. Luego me gustaron distintas cosas relacionadas y nunca dejé de entrenar. Es sano y divertido.

—Puedo preguntarte algo más?

—Pues... Claro.

—Acaso...Crees que alguna vez yo podría estar a tu altura?

—Claro que si, Steve. Solo debes poner voluntad para comer sano y entrenar de tres a cinco veces por semana y luego de unos meses...

—No me refiero al estado físico. Me refiero a nosotros.- dijo tímido.

—No entiendo.

—Un perdedor como yo nunca podria hacer feliz a alguien como tú Bucky. 

—Ay no digas eso nene. Quizá no tenga experiencia en el asunto de los hombres pero eres encantador, no perdedor. Y por algo te invité precisamente a ti.- tomó su mano sobre la mesa.

—Es la primera vez que sales con un chico?- Bucky decidió confesarse.

—Es la primera vez que salgo con alguien, de hecho.

—No... Bromeas?

—Deberas que si, siempre fui algo retraído, y cada vez que me invitaban a salir entraba en pánico y decía que no.

—Y me invitaste a mi... ¿Por qué?

—No estoy seguro de ni cómo lo hice.- dijo riendose.—Fue mas bien un impulso, y creo que no me equivoqué. Vamos lindura, disfrutemos la cita y no te creas menos de lo que eres. O me obligas a decirte lo maravilloso que eres cada cinco minutos.

—Y si haces eso seguro logres que te de un beso antes que termine la noche. Y eso que no soy tan fácil.- Su pose de diva le pareció divertida.

—¿Solo un beso?- preguntó con un puchero.

—Quieres una mamada también?

—Eres un caso...- dijo sin poder parar de reír.

Una vez que terminaron de comer, entre chistes y bromas volvieron al auto. El castaño sacó algo de la guantera que Steve no pudo identificar y lo escondió tras su espalda.

—Anda, cierra los ojos y abre la boca

—No pienses que te la voy a chupar aquí, pervertido!- dijo sarcásticamente.

—Por dios, Steve...—dijo riendose. —Solo quería darte un bombón.

—Ah, ok. Venga el dulce.

—No, mejor ven tú por el.

El castaño metió la mitad en su propia boca, y le guiñó el ojo a Steve. Este comprendió y mordió la mitad restante, apenas rozando su boca con la suya. Luego de eso se miraron algo tímidos. Y por mas que quisieran repetirlo no dijeron mas nada hasta que llegaron de nuevo a la casa de Steve.

La pareja estaba por despedirse, cuando el rubio le invitó a tomar una taza de café a modo de agradecimiento.

—Como lo prefieres?- le preguntó una vez adentro.

—A ti o al café?- Steve se puso rojo. Bucky se acercó y lo acorraló en la cocina.

—Que dices...?

—El café me gustaría con leche y azúcar.- se acercó. —En cuanto a ti...

Lo besó sorpresivamente. Primero con tranquilidad, y luego se intensificó cuando lo tomó por la cintura y Steve se dejó llevar, haciendo lo mismo.

Casi sin darse cuenta ya estaban sin camisa en el sofá, liberando toda esa tensión sexual acumulada.

No bebieron café, y aún así pasaron la noche sin dormir. 

Fue una gran primera cita.