Christopher llegó a su casa justo cuando un mensaje llegaba a su celular. Era de su hijo. Saldría unos minutos al encuentro con un amigo, pero estaba seguro que sería con su novio. Al ver que su hijo no estaba por ningún lado supo que había enviado el mensaje justo cuando se fue. De seguro le pasó por el lado y ni cuenta. O bueno, tal vez el chico lo recogió como la última vez. Esa opción era más viable considerando que ya había anochecido.
Con esos pensamientos solo se fue a duchar y posteriormente se fue a la cama, claro que solo después de su hijo hubiese llegado. A decir verdad, lo hizo bastante rápido. Tal vez solo fueron a hablar de algo lo cual solo podían hablar en persona o tal vez solo se extrañaban. Chris ya podía pensar cosas de ese tipo desde que tiene sentimientos hacia Minho.
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.-¡Hey! Es hora de almorzar. -Woojin interrumpe en la oficina de Chris y este solo le hace una seña con su mano dando a entender que ya estaba por terminar.
Luego de dormir se había levantado a la mañana siguiente para el trabajo, como es obvio, y ya era hora de almorzar. Al llegar había notado que había dejado su almuerzo sobre la mesa por ir a buscar unos papeles importantes a su habitación así que por esa razón le había pedido a Woojin que le recordara la hora de almuerzo para salir juntos a comer algo. Normalmente no era así ya que el ver su almuerzo cerca siempre le hacía recordar mirar el reloj y almorzar algo. Cuando Chris se envolvía en el trabajo a veces olvidaba sus comidas. Por suerte no pasaba mucho y su estómago rugía así que siempre almorzaba, aunque a veces se le hiciera algo tarde.
-Listo. -luego de darle dar una firma más se levanta para posteriormente tomar su billetera y celular para de esa manera salir junto a Woojin. -¿Qué lugar eliges?
-La cafetería de la otra vez me pareció agradable. Vayamos a ese lugar.
-De acuerdo. -dice simple y acepta.
Si recordaba que era el lugar de trabajo de Minho, pero también sabía que no estaría en el lugar por su horario así que lo mejor era no hacerse ilusiones.
Cuando entraron se sentaron en la misma mesa de la vez anterior. Todo el lugar en general era acogedor así que realmente no importaba en dónde tomaran asiento. Tomaron las cartas para comenzar a leer y luego de unos minutos el mesero se acercó.
-¿Qué desean ordenar? -y esa voz Chris la reconocería en cualquier lugar. Cuando levantó la mirada pudo ver a Minho que le guiñó el ojo de manera disimulada.
-Creo que una malteada de fresa y un emparedado de jamón estaría bien para mi. -habla Woojin y Chris reacciona.
-Un emparedado de pollo y una Sprite. Gracias. -Minho apuntó todo y se retiró no sin antes dedicarle una sonrisa a Chris.
Sabía que que de seguro Minho estaba disimulando debido a Woojin, además que, si no mal recordaba, un amigo de Minho era compañero de trabajo del menor.
-Ahora que lo veo... ¿Habías dicho que era el chico de Instagram? -pregunta Woojin y Chris solo asiente. -Pues pregunto, ¿cómo van las cosas con tu hijo? No me has vuelto a contar sobre eso.
-Pues todo va bien. Solo necesitábamos una pequeña charla para aclarar nuestras diferencias. La verdad es que tenías razón. Nunca hubo un gran cambio en Felix, creo que solo estaba paranoico. Si rompió las reglas unas, ¿tres veces? Pero no es nada que no se pueda resolver.
-Te lo dije, pero ya que todo está bien pues no diré nada más. -sonríe y Chris también lo hace.
Comienzan a platicar algo del trabajo cuando la comida llega, pero esta vez era el mesero cachetón de la última vez, o sea el amigo de Minho. Ya con sus respectivos platos de comida comenzaron a comer y siguieron platicando sobre el trabajo cuando surgió la pequeña duda de Woojin.
-Por cierto, tienes que hacer el viaje de negocios en lugar del jefe. Para esa fecha Felix ya habría empezado la universidad. ¿Estarás bien con eso?
-Por supuesto. Como dijiste, será un universitario. Felix es muy responsable y si algo pasa me llamará y si no, tú vives al lado. Solo serán tres días fuera. -se encoge de hombros y Woojin ríe.
-Tienes buenos puntos. -ambos ríen esta vez y continúan comiendo.
Cuando ambos terminan de comer dejan su paga sobre la mesa al igual que propina y salen del lugar. Cuando estaban por cruzar la calle Chris siente leves pitidos a su espalda y entonces voltea. Es ahí cuando puede ver a Minho en un pequeño camino entre medio de la cafetería y otro edificio.
-Puedes adelantarte. -le dice y sin esperar a que diga nada más se dirige hacia Minho.
-Hola. -dice simple sonriendo.
-Hola. -le sonríe de vuelta y lo toma de la cintura para empujarlo un poco y dejarlo recostado en la pared. -¿Esperaste a que saliera de comer solo para verme?
-No pude resistirme. -se inclina un poco hacia al frente hasta que sus labios chocan unos segundos. -Te vez bien vestido así, todo elegante para el trabajo.
-Tú te vez mejor con ese delantal negro. -se inclina él esta vez y le deja un beso.
-¿Qué demonios? -ambos dan un brinco por el susto y cuando miran hacia la calle pueden ver a Woojin confundido.
-Solo cállate. -le dice Chris y Woojin ríe.
-Bien, me callo, pero tienes mucho que explicar. Ahora vamos. Tenemos diez minutos para llegar.
-Te veré luego. -habla Minho y le deja un rápido beso para posteriormente salir del pequeño camino para dirigirse hacia la parada de buses.
-¿Y que sucedió con el "puede ser tu hijo"? -Woojin le pregunta una vez retoman su camino hacia su trabajo.
-¿Qué no puedo cambiar de opinión?
-Si, ¿pero Felix sabe de esto?
-No y no le dirás nada. Aún no estoy en algo oficial con Minho y estamos buscando una manera de decirle a Felix sin que se vea raro.
-Amigo, sales con el amigo de tu hijo. De cualquier manera se verá raro.
-Definitivamemte no ayudas. -le recrimina y comienza a caminar a su oficina una vez llegan al edificio.
-¡Me amas! ¡Estoy seguro de eso! -le grita y Chris rueda los ojos para entrar a su oficina como si no hubiera escuchado a Woojin gritar.
Bien, sabía que Woojin no diría nada, pero ahora sabía que debían ser cuidadosos y no dejarse llevar por cualquier momento. Esta vez fue Woojin, pero una próxima ocasión puede ser uno de los amigos de Minho o incluso el mismo Felix.
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Curioso
FanfictionChristopher Bang era un hombre común y corriente de 37 años. Tenía un adorable hijo llamado Felix Bang. Su hijo tenía 18 años y siempre fue un joven tranquilo y educado. Meses antes de que Felix cumpliera sus 18 años, Chris había notado un cambio un...