"No me sueltes"

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Buenas tardes mis preciosas criaturas, cuántas lunas sin vernos, ya no tengo idea si alguien sigue leyendo este fic. Bien, primero quería disculparme, hacer psicología clínica es muchísimo más pesado de lo que pensaba, fue ingenuo de mi parte siendo alguien tan receptivo, pensar que no me afectaría a tal punto de sentir lo mismo que mis pacientes, que la verdad es bastante angustioso todo, por complejidad, tengo los pacientes "más difíciles", debido que pertenezco a una investigación y bla bla, creo haberlo dicho. En fin, desde mediados de septiembre que he estado escribiendo este capítulo, durante pasaba el tiempo lo avanzaba muy poco, porque no tenía tiempo ni energía. Siento mucha culpa porque reduje las palabras para actualizar más rápido y no, no resultó como imaginé, nada resulta como imagino. Como sea, mis disculpas eternas, ahora puedo publicar porque mi país está en la mierda y por precaución tanto la universidad como la clínica donde hago mi práctica profesional están cerrados, y yo encerrada en mi casa, por lo que tengo tiempo, eso no quita el estrés que me genera la situación de mi país, no entiendo la violencia, por ningún lado la entenderé. 

Bueno, no les haré gastar su tiempo en leer mi patética vida. No esperen mucho del capítulo, me hubiera gustado alargarlo más, pero significaba que me demoraría más en publicar. Hay cosas que es obvio que no deje claro, pero es porque (estrategia) así es la trama. 

Tengo una teoría conspiratoria de Makoto y el hecho de que no le guste mostrar su cuerpo. Algún día esa teoría se hará fic, tendrá iluminatis y reptilianos.

Mil y eternas veces perdón por la demora. 

Perdonen mis errores! 

Disfruten de su lectura!

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Miró la tienda frente a él, no se sentía muy seguro de lo que estaba haciendo, nunca había sido seguro, pero quizás por primera vez después de las semanas que han pasado desde que su relación con Sousuke se había terminado, se estaba motivando a hacer algo por él mismo. Suspiró profundo y entró tímidamente a la tienda de artículos de natación, si iba a aprender a nadar, necesitaba un traje de baño, y él no tenía ninguno, pues nunca lo necesitó porque su miedo arraigado desde su infancia se lo negaba rotundamente. Miró la sección de bañadores, distintos modelos, distintas telas, distintas formas... Se preguntaba cuál debería comprar. Se fijó en una sección donde habían trajes muy parecidos a los que usaban Rin y Haruka, en estilo prefería seguir a Rin, pues no le gusta mostrar sus piernas, ni su cuerpo en general, podría tener un complejo con eso, pero no le importaba en esos momentos. Tomó uno que tenía líneas verdes, le gustaba ese color, le gustaban los paisajes verdes, naturales. El probárselos fue toda una odisea, no sabía lo incómodo que se le hacían traerlos puestos, en especial en esa parte de ahí abajo. Miró su cuerpo en el espejo, se sentía extraño. Sin embargo, su corazón parecía estar animado, su corazón quería poder nadar como Haruka, encontrar aquella paz, si aquel nadador enigmático lograba enseñarle nadar, debería ir a una cita con él, y en lo más profundo de su ser, estaba la existencia de un cosquilleo de emoción por aquella cita. Ahogó un suspiro, está bien Makoto, todo va a estar bien; se repitió mentalmente ante las sensaciones que estaba sintiendo, su corazón roto aún latía, aún podía tener sentimientos, aún podía entregar amor. Miró nuevamente su cuerpo ante el espejo, ¿Realmente se podría mostrar así ante Haruka? Sin una capa que cubriera su desnudez, no es que tuviera mal físico, sólo tenía un muy mal concepto de sí mismo, las únicas personas que lo han visto con poca ropa eran Rin y Sousuke, bueno con Rin nunca tuvo mayor problema pues se conocían desde toda la vida, pero con Sousuke sí que fue toda una travesía. Negó con la cabeza, debía dejar de recordar a su antiguo amor todo el tiempo, debía seguir avanzando sin él.

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