Love Alarm [NamJin]

Primer paso.

Algo que realmente agotaba a todos eran los conciertos que aproximaban a ellos tan rápido, había estado practicado más de un mes entero las nuevas coreografías aparte de ya hasta programa las tomas para grabar el MV para su regreso.
Jin suspiro cansado una vez que estuvieron en casa, unas largas manos acariciaron su cuello en un suave masaje y por unos segundo cerro los ojos disfrutando nada más de lo bien que se sentía ser consentido por el masaje.

El único que le había unos masajes tan deliciosos era JungKook que sin pensarlo soltó su nombre en un suspiro agradeciendo porque enserio le hacía falta.
Su celular sonó a los pocos minutos después de haber dejado de sentir las manos del menor, estaba más que frustrado ya que enserio le había hecho bien lo poco que duró. Miró su celular frunciendo su ceño notando la notificación de Love Alarm, había pasado más de dos meses desde la ultima noche en la que su Love Alarm había sonado. Desde esa veces había estado esperado detrás de su puerta que su Love Alarm sonara para encontrase con esa persona pero no llegó y al día siguiente lo intentó nuevamente y resultó ser igual.

Pareciera que su amado se lo había tragado la tierra aún sabiendo que se traba de unos de sus compañeros.
Nadie más que ellos tenían el acceso a sus habitantes así que era imposible que alguien más estuviera ahí.

¿Mis manos le recordaron a JungKook? —preguntó el moreno desde atras mientras soltaba una risita triste, ese día había incluso colocado más loción para que el mayor pudiera siquiera hablarle por lo bien que olía para el.

Namjoon.. —murmuró jin tirando su cabeza atrás para verle, bien, tal vez estaba siendo muy poco sensible con el menor pero, no era su culpa pensar que se traban de su pequeño pelinegro.— Perdona, no fue mi intención.

El moreno no esperaba unas disculpa en absoluto pero, Jin siempre tenía que ser tan perfectamente y amable con todos. Tomó el rostro del mayor y sin más, lo beso.
Si, lo beso.
Estaba besando a su Hyung.
Y no sabía si irse corriendo, mudarse de casa, países o hasta de vida.

Pero eso no quitaba que había besado al amor de su vida.