"La voz prohibida"

Parte 6: Revuelto rencor

6-Revuelto rencor

**Kenpachi**

Veo las siluetas de mis camaradas de circo pasando por delante de mi tienda dando voces para empezar a trabajar. Chasqueo la lengua mientras miro a Haruka sentado en la cama frente a mí con sus manos apoyadas en sus rodillas desnudas mientras yo busco mi objetivo por toda la tienda.

-Mm...no me acordaba de que la puse aquí por última vez...- saco de mi ropa interior una pequeña llave y la introduzco en un lateral de la máscara de Haruka, concretamente en una ranurita que hace un pequeño "click" cuando giro la llave para poder correr hacia un lado la parte frontal de la máscara dejando la del parietal puesta. Mi mascota apenas se atreve a respirar aunque si detecto un suspiro de alivio al sentir el aire fresco rozando su oculta piel. Esa aún perfecta y delicada piel....

-No. Aún no es suficiente- cierro la máscara nuevamente usando la llave y noto como Haruka se remueve angustiado. –Quiero que te vuelvas más horroroso aún, Haruka-

Apenas cojo mis cosas para salir de la tienda oyendo el llanto ahogado de mi mascota tras la máscara. Aprieto los dientes ignorándole y retiro la lona para pisar con fuerza alejándome de ahí. Él tiene la culpa. No puedo darme el gusto de tener ningún atisbo de debilidad por él ¡eso jamás!!

Palpo el parche de mi ojo falso con distracción hasta que me topo de frente con la perra del jefe que me mira con ese rostro tan parecido a mi mascota que me da nauseas.

-¿Dónde has dejado a Haruka? He preparado el desayuno para los más jóvenes-

-Haruka no es una persona. Comerá de las sobras que le dé, como siempre-

-¿De qué tienes miedo, Kenpachi? Es imposible ver el rostro de tu "mascota" sin la llave correspondiente, no pasa nada porque le dejes con nosotros un rato-

-¿Quién te ha pedido nada?? ¿No tienes otra cosa mejor que hacer que joderme tan pronto? Vete a comerle la polla al jefe, que es lo mejor que sabes hacer.

-¿Quieres que te la coma a ti también?- abro los ojos enfurecido al ver esa expresión de soberbia que tanta grima me da y le engancho del cuello empotrándole contra unas cajas apiladas. El muy cabrón aún sigue sonriéndome pese a que yo estoy a punto de partirle el cuello como a una gallina.

-Sé...que la llave que le diste a Yhwach es falsa, Kenpachi- suelto su cuello al oír eso e intento tranquilizarme. –No se lo diré. Tienes suerte de que Yhwach no haya intentado nunca abrir la máscara de Haruka en público, porque el día que llegue a hacerlo y le dejes en ridículo delante de los espectadores....ese día no verás un nuevo amanecer, Kenpachi-

Aprieto los puños hasta hacerme sangre mientras dejo a esa puta alejarse de mí. No hay duda de que este cabrón tiene la misma sangre que ese mal nacido. Kuchiki...Byakuya...

--Flashback—

He conseguido averiguar quién es el amante de mi difunta pareja. Se trata de un puto noble alfa, un tal Kuchiki Byakuya que tiene un rango destacable en esta mediocre sociedad pese a ser japonés. Joder Sabina... ¿Cómo te pudiste liar con un extranjero? Aunque yo seguramente sea de las mismas raíces por el nombre que me dieron en el orfanato, no puedo consentir que ese hijo de puta haya metido la polla en el mismo agujero que yo.

Llevo planeando vengarme de este noble desde hace tiempo. He estudiado todo el plan meticulosamente, pero al final soy tan impulsivo que me he lanzado sin red a por él en mitad del jardín de su mansión y con varios guardias para bloquearme el paso.

El mismo Kuchiki se defiende al mostrarme una katana que lleva a la cintura a modo de protección y me hace un corte vertical cruzándome todo el rostro. Jadeo de dolor cubriéndome la cara ensangrentada y en cuanto intento clavarle el cuchillo que llevo en el corazón, sus guardias me inmovilizan en el suelo atándome de pies a cabeza.