Parte 17: Piernas inevitablemente abiertas

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17-Piernas inevitablemente abiertas

**Starrk**

No me atrevo ni a pestañear por si acaso estoy viviendo un sueño. El hombre que está frente a mí, únicamente separado de mi cuerpo por los barrotes de su celda, es sin duda Soujun. Con la melena algo más corta rozándole la barbilla, las ojeras menos pronunciadas y una expresión confusa y pausada en su rostro, pero salvo esas diferencias mínimas, es mi Soujun...

- ¿Qué te ocurre soldado? ¿Por qué estás triste?... -

Cuando dice esa frase abro la boca para exhalar con fuerza y una lágrima resbala por mi mejilla sorprendiéndole. Hasta en la voz es idéntico y encima diciéndome lo mismo que cuando nos conocimos... eso me paraliza tanto que apenas veo como alza un brazo para quitarme la lágrima con la yema de uno de sus dedos lentamente. Abro los ojos cuando me esboza una sonrisa dulce y comprensiva haciendo que trague saliva abruptamente.

-Qué bien ¿verdad Sou-chan? Seguro que no te esperabas esto, hijo- me giro para ver al doctor que se acerca a la celda para coger las manos de Soujun besándoselas con cariño. ¿Hijo?? ¿Sou-chan?

-No usas bien el sufijo, sensei. A mi edad, se usa el "san"-

-Jaja, lo sé, lo sé, es que ya me hago viejo y veo a todos como si fuerais unos niños. ¿Qué edad tienes, Soujun? - sigo extrañado ante esa pregunta y veo como Soujun cierra los ojos brevemente con fuerza como si se esforzara en pensar la respuesta.

-Casi cuarenta y seis... ¿no? - el doctor sonríe emocionado y acaricia el rostro de Soujun antes de mirarme de reojo con una señal que me advierte que no diga nada y le siga. Vuelvo a mirar atrás al alejarnos de la celda ya que Soujun sigue mirándome y el olor que desprende es tan potente que incluso lo siento pegado a mi ropa. Increíble...

-Lavanda. Ese es su olor omega-

-También es omega...- entonces los dos hermanos nacieron con la misma naturaleza, son idénticos en todo...

-Él es como un hijo para mí. Prácticamente ha vivido en este sitio toda su vida, ya que su cuerpo siempre le traía aquí-

- ¿Su cuerpo? - el doctor ensombrece su mirada cuando entramos en su despacho y veo como toma asiento suspirando.

-Soujun es incapaz de recordar nada de lo que ha hecho recientemente. - abro los ojos atónito y confuso por no saber a qué se refiere exactamente. –Su memoria a corto plazo lleva dañada desde antes de nacer incluso, ya que estuvo clínicamente muerto casi una hora durante el proceso del parto-

-Por eso dijeron que nació muerto... ¿y después revivió? -

-Algo así. Científicamente existen casos como el de Soujun, simplemente su cerebro se desconectó al ahogarse con el cordón umbilical, pero en cuanto recuperó de nuevo el aire, despertó-

-Entonces, sus padres...- veo como el doctor pone una mueca de culpabilidad y me sorprende que, al volver a hablar, me cambia de tema radicalmente.

-A medida que Soujun fue creciendo me di cuenta de que era incapaz de retener recuerdos inmediatos. Un día podía decirle que hiciera algo y al día siguiente no lo recordaba. Al paso de los años, empezó a olvidarse de cosas cotidianas como lavarse, vestirse, comer...incluso de su nombre. Fue cuando entonces supe que él jamás podría llevar una vida independiente. Siempre necesitaría ser protegido-

-Entonces dice que no recuerda nada ¿no? ¿y la memoria a largo plazo? -

-Esa está totalmente perfecta, pero al no poder acumular recuerdos a corto plazo, no tiene mucho que recordar a la larga, solo cosas sueltas. - jadeo ante ese atroz diagnóstico y veo como al doctor incluso le brillan los ojos tras las gafas.

"La voz prohibida"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora