18-Mente solitaria
**Starrk**
Tiro la colilla desgastada al suelo mientras sigo escondido tras un muro viendo a los soldados londinenses pasar por mi lado. No soy tan estúpido como para no saber que ese doctor estará buscando a Soujun desesperadamente, nada ni nadie sale del asilo de locos sin que él lo diga...y mucho menos al hombre que ha tratado como a un hijo desde su nacimiento. Dios...
Sigo caminando por varios túneles hasta llegar al barrio del East End donde el hedor de la podredumbre me inunda las fosas nasales provocándome una tos inmediata. Este sitio es mucho peor que estar en las trincheras, toda esta niebla, los carteristas, las prostitutas insinuándose en las esquinas, hombres vendiéndote drogas y las ratas rozándome los talones...
Miro a ambos lados cuando llego a un pequeño apartamento en un destartalado bloque de pisos y golpeo la puerta para abrirla cerrándola tras de mí. Suspiro fuertemente antes de dejar la bolsa de comida sobre una mesa y abro los ojos al ver aparecer al hermano de Soujun ante mí, con el camisón del asilo puesto y los ojos entrecerrados. Dios, me da escalofríos verle así...
- ¿Quién eres? ¿Dónde estoy? – suavizo la expresión de mi rostro resoplando mientras me acerco a él despacio ya que le veo retroceder con desconfianza.
-Soy Starrk. El soldado que te sacó del asilo ¿lo recuerdas? – veo como lo medita unos instantes quedándose en silencio.
-Sí...el asilo...ese edificio grande y blanco...pero yo no estoy loco - le niego meneando la cabeza lentamente y veo que eso le hace suspirar de alivio. –Necesito mi cuaderno, Starrk. Tengo que apuntar todo-
-No puedo comprar algo así con la policía pisándonos los talones. Cuanto menos salgamos de aquí, mejor. Pronto se cansarán y podremos irnos-
- ¿A dónde? - trago saliva cuando pienso en el circo y me muerdo el labio inferior fuertemente viendo como eso le hace suspirar. Arqueo una ceja hacia arriba al ver como se acaricia los brazos y veo que varias gotas de sudor resbalan por debajo de su cabello.
- ¿Qué te ocurre, estás bien? – poso una mano sobre su frente notando lo caliente que está. En el instante en que mi piel roza la suya y oigo su jadeo, noto como mi alfa interior se remueve despertando. No...no está enfermo ¿es el celo?
-Déjame ver- le agarro un brazo estirándoselo para ver las marcas de pinchazos que tiene en las venas. Aprieto los dientes con horror al seguir el recorrido de mis ojos por su piel hasta llegar al cuello y ver que también tiene marcas ahí. No me había fijado antes...dios, soy gilipollas... ¿de verdad pensaba que ese anciano le tendría en el asilo como si nada? Le han estado inyectando algo...puede que, para controlar su celo, es lo que le hacía ese bruto de Zaraki a su "mascota", ese pobre chico...
-Soujun...- veo como ha inclinado la cabeza para frotarse contra mi mano y cuando sus ojos me miran, lo hacen con ese brillo de lascivia que tanto me excita. No...no puedo dejarme tentar otra vez...este no es Soujun...
- ¿Ese es mi nombre? Yo no lo recuerdo...pero parece ser que tú si me conoces...-
-Es cierto, no es tu nombre- sus ojos se abren algo sorprendidos y eso hace que me den remordimientos. –Me recuerdas...mucho a alguien que se llama así-
-Entonces ¿Cómo quieres llamarme, Starrk? - dios...cómo arrastra las palabras con morbosidad y dolor al hablar, no hay duda de que está entrando en celo al no estar controlado por las drogas, esto debería haberlo previsto...
- "Sou"- él me mira con curiosidad y por primera vez le sonrío levemente. –Sou está bien. – acaricio su rostro inconscientemente pasando mis dedos por su cabello húmedo lo que hace que suspire más agitado.
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"La voz prohibida"
FanfictionUn tiempo oscuro, atroz, donde se mueve lo peorcito de la ciudad. Personajes con personalidades retorcidas, que buscan sobrevivir en una época trágica, donde el aprovecharse de otros y disfrutar del sufrimiento del otro es el pan de cada día. Varias...