2- Casita de muñecas
**Zangetsu**
Puedo sentir esa opresión en mi pecho al contemplar esta hermosa y horrible visión ante mis ojos. Por donde quiera que mire, solo veo los rostros perfectos de esos seres a los que llaman "muñecas" cuando en realidad son niños. Chicos jóvenes...convertidos en muñecas vivas. Pensé que la nobleza exageraba cuando rumoreaban sobre lo que oculta la familia Sasakibe, pero verlo en directo me ha dejado sin palabras...a mí, que nunca he temido a nada ni a nadie...
-¿Quieres echar un vistazo, conde? Seguro que encuentras lo que buscas- ver la sonrisa malévola de Zeidritz es aterrador. Actúa impasible, como si no le afectara en absoluto el estar rodeado de chicos que apenas pueden moverse, como si realmente se creyeran muñecas auténticas. Pero puedo oír sus respiraciones, tenues, vibrantes, agonizantes. Aunque no se muevan y apenas pestañeen...están aquí...
-Jaja! Todo el mundo se queda con la misma cara de impresión que tú ¿verdad Chojiro?- Zeidritz mira a su hermano que se limita a entrecerrar los ojos con un atisbo de vergüenza. Jamás pensé que Tadaoki participara en algo como esto.
-Seguro que piensas que esto es macabro ¿verdad Zangetsu? ¿Sabes cuantos chicos hay en la calle muriéndose cada día? Drogados, golpeados, violados, preñados a la fuerza y abandonados... ¿no crees que es triste?
-¿Son chicos normales?-
-No. Solo trabajamos con omegas, las ratas más repudiadas de la sociedad. Los chicos normales son prostitutos y los nobles recurren a ellos en calles y burdeles fácilmente para sucumbir a sus deseos prohibidos, pero los que quieren un juguete eterno que encima pueda dar vida...son los nobles alfas y algunos nobles estúpidos normales que piensan que es divertido tener a un omega para poder alquilar su vientre a camaradas alfas y así hacer negocios-
-¿Cómo empezasteis este negocio? ¿Los chicos vienen por propia voluntad a esto?-
-Cuando Chojiro y yo aún ejercíamos la medicina, nos traían a omegas embarazados para provocarles abortos.- abro los ojos furioso porque eso va en contra de nuestras propias leyes alfas.
-Imposible. Un omega preñado, ya sea violentado o consentido, jamás se desprendería de su cachorro-
-Vemos que conoces bien las leyes, Zangetsu. A Chojiro también le costó aceptarlo al principio ¿verdad hermano?- miro aún más atónito a mi viejo camarada que me mira con un profundo arrepentimiento.
-Tadaoki... ¿eres un alfa?-
-Lo siento, Zangetsu. Oculto mi naturaleza con drogas desde hace años, por eso nunca me has reconocido como uno de tu especie-
-¿Porqué? ¿Te avergüenzas de ser parte de nuestra raza?-
-No te enfades con Chojiro, Zangetsu. Nuestra madre resultó ser una alfa y aunque yo nací como un beta normal, Chojiro sí heredó su naturaleza. No es que os tengamos manía, pero entiende que Chojiro al ser el único alfa de la familia, no causó buena aceptación-
-Los humanos sois peores que nosotros. Siento asco hacia vosotros-
-Bueno, bueno, no te enfades. Como te iba diciendo, es obvio que un omega jamás se desprendería de su bebé, pero los que mandan en esta sociedad, no quieren una plaga de omegas en el país, por lo que para controlar la natalidad, no tuvimos más remedio que actuar...hasta que Chojiro tuvo esta idea. Muñecas omegas para los alfas. De este modo, el alfa se encargará de la descendencia con su omega y los reconocerá ante la ley. Así no habrá abortos innecesarios y vuestra raza se mantendrá equilibrada-
-Ya veo que te tomaste muchas molestias, Tadaoki...- es inevitable que esté furioso con mi amigo por haberme mentido, pero ahora entiendo porqué visten a los chicos así. La homosexualidad es otro tema casi tabú aunque se practique, por lo que es mejor ocultar a los varones omegas de este modo para no tener problemas.
ESTÁS LEYENDO
"La voz prohibida"
FanfictionUn tiempo oscuro, atroz, donde se mueve lo peorcito de la ciudad. Personajes con personalidades retorcidas, que buscan sobrevivir en una época trágica, donde el aprovecharse de otros y disfrutar del sufrimiento del otro es el pan de cada día. Varias...