"La voz prohibida"

Parte 22: Deudas inolvidables

22-Deudas inolvidables

**Haruka**

Apenas puedo moverme del sitio en el que me he quedado paralizado viendo el inmenso recinto de colorines que hay ante mí. Sakura está a pocos metros delante de mí, jadeando sorprendido al ver el escenario con una euforia poco propia de él.

-Vaya...así que este es el famoso circo de Coyote Yhwach ¡¡es asombroso!!!- veo como Sakura se acerca a uno de los puestos que hay en la entrada flanqueada por dos hombres vestidos de payasos que no me dan buena espina. - ¡Mira Haruka! ¡tienen elefantes! -

Cada vez entiendo menos la actitud de Sakura. Apenas nos conocemos, pero ya he visto tantos cambios radicales de su personalidad que realmente no sé quién es. Ahora parece un niño emocionado al ver esos pobres animales enjaulados que me traen un extraño recuerdo a la mente. Me veo a mí mismo encerrado en una jaula, con algo cubriendo mi rostro. Una especie de máscara....

-No...- retrocedo inconscientemente alejándome de la entrada y veo como Sakura frunce el ceño al ver el miedo reflejado en mis ojos.

- ¿No qué? Este es el único lugar en el que podemos cobijarnos y ganar dinero ¿Dónde pensabas que iríamos? -

-Yo no me voy a quedar aquí. Este lugar no me gusta-

- ¿Y dónde vas a ir?? ¿volverás al East End para ponerle el culo a cualquiera en una esquina? ¡estás en cinta! -

-¡¡Eso no lo sabes!!! ¡¡yo no recuerdo nada de mi pasado!! Me repugna solo pensar que yo haya sido mancillado por un alfa desconocido...- siento que estoy temblando de ira y miedo al mismo tiempo. ¿por qué tengo esta sensación tan dolorosa en el pecho? Si realmente estuviera preñado, ese alfa estaría a mi lado ¿no? Entonces ¿Por qué no había nadie a mi lado en el hospital cuando desperté?

-Haz lo que te dé la gana, yo sé cuándo un omega está preñado y tarde o temprano te darás cuenta. Al menos espero que el tuyo salga vivo y puedas venderlo, porque si no morirás pronto de hambre- jadeo al oír eso y aprieto los dientes furioso desafiando a Sakura. Él no sabe nada de mí...nadie va a decidir qué haré con mi vida, estoy solo y tengo que sobrevivir como sea...

-No pienso ser un juguete de feria. Espero que tengas suerte, Sakura-

**Sakura**

Me acaricio la barbilla mientras veo a Haruka alejarse del circo. Este chico es estúpido. ¿acaso cree que podrá sobrevivir en las duras calles de Londres sin dinero? No tiene ni idea de lo que es vivir como una rata, debería haberle matado para ahorrarle sufrimiento, pero luego pensé que podría sacarle provecho si se quedaba a mi lado y cuando naciera su cachorro, poder venderlo para quedarme con el dinero. Tsk!....ya da igual. Con esta estatura y mi aspecto de muñeca, estoy seguro de que me lucirán en uno de los shows. Además, no he olvidado el apellido Coyote...y estando al servicio del padre, no tardaré en volver a encontrarme con el hijo...

-Quiero ver a vuestro jefe. Decidle que aquí tiene un fenómeno perfecto para su espectáculo- sonrío con seducción a los dos tontos payasos que se miran entre sí y me hacen una seña para que les siga por el recinto. Sonrío al ver la cantidad de casetas de juegos que hay y la música que suena por todo el recinto haciendo eco. Es un mundo aparte, un universo alternativo. Es mi gran oportunidad para triunfar con este maldito cuerpo.

De repente mis pies se detienen al ver al enorme hombre que acaba de salir de una caseta y me está mirando fijamente sin pestañear. Abro los ojos de par en par al reconocer ese iris tan negro como la noche y suelto una carcajada cubriéndome la frente con una mano.

-El destino vuelve a encontrarnos ¿verdad, Zangetsu? - veo como abre la boca para decir algo, pero un potente jadeo de horror le hace voltearse hacia donde MI cuerpo, ocupado por mi maldito hermano, me mira atemorizado y temblando sujetándose su abultado vientre. Tsk! al final me preñó de verdad, que asco...