❝𝘜𝘯𝘦𝘹𝘱𝘦𝘤𝘵𝘦𝘥 𝘊𝘢𝘮𝘱❞ ┋ ᵃˢʰᵉʳ ᵃⁿᵍᵉˡ

》XXVIII《

—¿Que quieres decir con eso Asher?— Pregunté confundida, como siempre.

—Lo que escuchaste—

—Si, Pero, explicate— Rodee los ojos.

—No se que a pasado con mi mamá, no se donde esta—

—O sea, ¿está desaparecida?— Enarque una ceja.

—Eso espero—

—¿Pero como sucedió?— Me doy cuenta que hablo mucho, y tal vez Asher no quiera hablar sobre eso, lo digo por sus frías palabras y su rostro sin expresiones. —Claro, si me quieres contar—

—Intentaré contarlo sin querer llorar— Eso podría sonar exagerado, o tal vez, grave.

—Asher, sabes que no es necesario—  Me levanté de aquel tronco donde estábamos sentados.

—Te tengo confianza, me siento en confianza contigo— Me jaló de la muñeca y me obligó a sentarme de nuevo.

—Bueno, entonces adelante— Hice una seña con mi mano para que hablara.

—Aquí vamos— Suspiró. —Todo empieza cuando tenía 6 años, acababa de salir de preescolar, y eran vacaciones de verano.—

—Hace 11 años, ¿aproximadamente?—

—Algo así— Mueve su mano de un lado a otro. —Yo quería visitar un campamento, este campamento; le supliqué a mi mamá que me llevará, pero era demasiado difícil, porque mi hermana pequeña acababa de nacer, y quería que yo la ayudara a cuidarla—

—¿Tienes una hermana pequeña?— Dije desviando la conversación.

—Si, llama London, y también tengo un hermano, su nombre es Avi—

—Oh, que lindos nombres, ¡Yo quiero ir a Londres!— Hice cara triste.

—En algunas universidades te puedes ir d e intercambio a estudiar. Y como veo que eres a nivel académico, podrías tener una oportunidad para ir—

—No lo creo, dudo que mis papás me dejen ir, aun que sea adulta. Pero podría convencerlos—
Estaba comenzando a formular las cosas que haría en Londres, cuando recuerdo porque estaba aquí. —Me estabas contando sobre tu madre—

—¿En que me quedé?—

—En que tu mamá quería que le ayudarás a cuidar a London—

—Aprendes rápido, buena memoria— Habló satisfecho.

—Era la nerd de la escuela, era una necesaria una memoria así. Pero sigue contando— Insistí.

—Oh, claro. En fin, cuando logré convencer a mi mamá que me llevará, ella tuvo que manejar hasta aquí sola, porque mi papá tenía que trabajar. A decir verdad, disfruté tanto el campamento, como no lo imaginas.— Miré como caía una lágrima por su mejilla.

—¿Te sientes bien? Hasta aquí podemos dejar esto—

—No, yo puedo— Miró hacia arriba para intentar contener el llanto. —Cuando salí, tenia la ilusión de hablarle a mi mamá sobre todo lo que hice; pero solo vi a mi papá. Le preguntaba por ella pero no me respondía, duro así por tres días, creo; hasta que tuvo el valor de decir que no había regresado desde que había salido de la casa junto conmigo—

—¿O sea que te llevo al campamento, y de regreso a casa le sucedió algo?—

—Exactamente, estuvimos hablando con la policía, pero nos dijeron que no había rastro de ella, ni del auto— Me da una mirada de desolación.