》XIX《

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—No te vayas— Dijo Michael preocupado.

—Tengo que irme, lo siento—

—Hablaré con tu madre cuando llegue— Habló Emily agachada.

A la pobre Emily se le había salido algunas lágrimas, me matara cuando sepa que es una broma.

—Déjame terminar de empacar— Hice una mueca.

—No, tú no te vas—

En ese momento entre Mia corriendo.

—¡Mierda! ¿¡Como que te vas!?— Me miró asustada.

Yo abrí los ojos como platos, ¿como sabía?
Me estaba aguantando la risa, mientras Emily rodaba los ojos por la presencia de Mia.

—Mis padres no deben de tardar en llegar por mi— Encogí los hombros "resignada".

—¡Tú no te puedes ir, Madison! No, no, no. Hablaré con tu mamá, pero tú no te vas hasta que se acabe el campamento—

Creí que Mía me odiaba por la situación del triángulo amoroso, que raro, ahora se preocupa por mi, solo falta que Elizabeth exija que me quede.

—No hay vuelta atrás, me iré—

Luego de terminar de empacar, me senté en la cama.

—Ahora a esperar a que vengan mis padres— Suspiré.

—No te vayas, por favor— De nuevo las lagrimas.

Asher entró corriendo, con los ojos llorosos, ¡por Dios!. Esto es tan loco; lo miré confundida.

—¡No te vayas, por favor! ¡Por favor!— Casi se incaba de rodillas.

—Nada hará que me quede—

Parecía una novela mexicana, el drama inundaba la cabaña.

—¿y yo que? ¿No te quedarás por mi?— Asher me miraba directo a los ojos.

Estaba apunto de soltar una gran carcajada.

—Asher...— No sabía que inventar ahora.

—Asher nada, Madison— hizo una pausa. —Yo... yo...—

—¿Tú que?...—

—Yo— Suspiró. —Yo te amo— Me miró.

Emily abrió la boca y los ojos tan grande como pudo.

—Asher...— Me quedé inmóvil, paralizada. ¿A casi escuché bien? No sabía perfectamente si eso era lo que quería escuchar, solamente estaba en una situación de confusión.

Era el momento de confesar.

—¿si?— Hizo señal para que yo continuara hablando.

—¡Todo era una broma! Saluda a las cámaras— Grite emocionada como si en verdad alguien estuviera grabando; y así hacer menos tenso el momento.

Estaba tratando de evitar un momento incómodo. Asher estaba color tomate, no sabía si era por vergüenza o molestia.

—¿Qué?— Hizo una mueca. Y luego comenzó a reír frenéticamente de la nada. —¡Oh Dios!— Reía. —No puedo creer que lo creí. ¡Y que tú también lo creíste!—

Yo reía con él, aunque era más que obvio que mi risa era falsa, ¿entonces no me ama? Es más lógico.

—¡Eras tan gracioso!—

Todos observaban nuestra ridícula escena.

—Tu también—

Los dos reíamos como si nuestra vida dependiera de ello.

—¿Era mentira?— Emily explotó.

—Si— Respondí apenada. —Bueno no, bueno si, ¡o sea! pero no todo.—

—Explícate ahora mismo, o te patearé en tu gran trasero— Dijo Emily con sus manos en la cintura.

—¿Gran trasero?— Pregunté pícara.

—Tiene razón— Comentó Asher.

—¿Ah?—

—Tiene razón de que tienes que explicarnos, no de tu gran trasero— Se rascó la nuca.

Todos rieron por lo bajo.

—Luego les explico, tengo sueño—

Asher me regaló una mirada matadora.

—De acuerdo. Mi mamá llamó...—

Les conté toda la historia, ¡agh! Me desespera hablar tanto.

—Eres una idiota— Rió el chico de los hoyuelos.

—Si me vuelves a llamar a si, le diré a mi madre que venga por mi—

—¿Y si lo digo?—

—¿Me estás retando?—

—Se que no te atreves, ¿por que? ¡No dejarías ir todo esto!— Se pasó las manos por el cuerpo repugnadamente.

—¿Apuestas, Angel?— Salí de la cabaña con él detrás de mi.

Los demás prefirieron quedarse, sabían que esto no acabaría bien.

—Disculpe directora, quería saber si puedo usar el teléfono— Dije entrando a la dirección.

La directora me permitió usarlo. Marqué el número de mi mamá mientras Asher me miraba con una ceja arriba.

—Hola, ¿mami?— Espere su respuesta. —Te llamo porque...— Asher me arrebató el teléfono y se lo entregó a la directora; para después sacarme de ahí jalándome del brazo.

—¿Que te pasa?— Me solté de su agarre.

—Tu no te puedes ir— Me tomó de la cara y me besó.

Y por alguna razón lo seguí, besa tan bien. Entiendo porque Elizabeth solo lo quería para ella.

—¡No vuelvas a hacer eso!—

Me gustaría que lo hiciera siempre, pero ¿donde quedaría mi dignidad?

—¿Que? ¡Pero si te encanto!— De nuevo el Asher ególatra narcisista.

—¡Ja! ¿Encantarme? ¡Por Dios! El perro de mi amiga besaría mejor—

Estaba dispuesta a irme, cuando el me jaló y poso su mano en mi cintura.

—¿En serio? Tal vez debería intentar de nuevo para que compruebes si el perro besa mejor— Se acercó a mi para besarme de nuevo.

Era obvio que él también le encanta besarme.
Por alguna razón lo volvió a hacer, y nos separamos por falta de aire.

—Bueno, vas mejorando— Levantó una ceja y rió.

—Deberíamos seguir practicando, ¿no?—

—No— Negué riendo. —Practica con la zorra, yo iré a dormir un poco—

—¿La zorra?— Dijo confundido.

—Elizabeth, estúpido— Di media vuelta y me aleje de ahí.

❝𝘜𝘯𝘦𝘹𝘱𝘦𝘤𝘵𝘦𝘥 𝘊𝘢𝘮𝘱❞ ┋ ᵃˢʰᵉʳ ᵃⁿᵍᵉˡDonde viven las historias. Descúbrelo ahora