MADISON JONES
Nos quedamos buen tiempo platicando en la mesa con forma circular del comedor. Estábamos sentados los cuatro, disfrutando de la mañana tan calurosa en Arizona. La conversación era una combinación de puras risas y anécdotas de cuándo era pequeña.
—Si no les importa me gustaría que Maddie abriera el regalo que traje. —habló Asher al instante en que los temas de conversación se acababan.
Recargada en la mano que se sostenía con mi codo en la mesa, sonreí, con mis ojos clavados en sus irises color verde.
—Por supuesto, quiero saber que es.
Asher se agachó por debajo de la mesa para al levantarse dejar a la vista una caja de gran tamaño.
—El amor no se compra con dinero. —Mencionó papá, casi en un susurro, pero Asher lo alcanzó a escuchar.
—Lo se señor Jones, pero le juro que esto tiene gran valor sentimental.
Asher lo miró con un ápice de tranquilidad, siempre intentaba mejorar aquella relación que tenía con mi padre; pero él solo lo miró serio ante su respuesta, porque mamá le mandaba miradas que decían 'tranquilízate y calma tus actitud sobre protectora'.
Yo con la mirada pérdida entre mis papás, Asher y la caja grande que él traía, ví como mi novio la deslizo por la mesa hasta ponerla frente a mí, el esfuerzo que había hecho al dármela me indicaba que la caja era pesada.
La caja tenía la forma de un cubo, se veía perfectamente hecha, y estaba pintada con lineas blancas y negras en forma diagonal y vertical, además de que en la tapadera, en la parte de arriba traía dibujado un número 18 con algo dorado, lo que creí que era pintura.
—Mis hermanos me ayudaron a pintar la caja. —mencionó con una risa nerviosa. Y eso explicaba por que el numero 1 era mucho mas grande que el 8.
Quité la tapa de aquella caja, y mi sorpresa fue que había mucho confetti combinado con papeles pequeños de colores, de esas decoraciones que siempre le ponen a los regalos. Saqué todo ese papel y alboroto, dejándome a la vista tres cajas, todas eran de diferentes tamaño, una ocupaba casi la mitad del espacio, otra iba disminuyendo su tamaño, hasta la última, que era una -muy- pequeña caja.
—La idea del regalo es que vas abrir cada caja a diferente hora durante todo el día de hoy. Ahora abrirás una, otra durante la tarde y la última que es más especial, la podrás abrir cuándo estemos en la fiesta.
—¿No las puedo abrir todas ahora? —Pregunté con cara triste.
—Créeme que me gustaría que lo hicieras pero la mejor manera es hacerlo así, además a mi amigo se le ocurrió de esta manera, pensé que era algo cursi de parte de Jack, pero según el da emoción a la hora de abrir las cajas.
Sin decir mas abrí la primera caja, la más grande. Volví a quitar ese tapa, y me dejo a la vista varios empaques de dulces, saqué aquellos de la caja, los vacié todos sobre la mesa para verlos mejor y pude observar que cada uno de ellos tenía un valor grande, y no hablo de que fueran macarrones dulces de Francia, o chocolates alemanes que valieran cientos de dólares, si no que tenían un gran valor sentimental, aquello era mucho mas grande que cualquier cantidad de dinero.
Eran chocolates, galletas, y diferentes tipos de dulces y snacks. Entre todos aquellos sobresalían algunos en espaceial.
Había unas barrita nutritivas, que comía en mis primeros días del campamento, seguí observando y me encontré con unas barras de chocolate amargo aquellas que compartí una vez con Asher en el verano en el que nos conocimos, además había algunas frituras y pretzels que comimos el ultíma dia de campamento, cuándo hicimos aquella fogata; todos aquellos dulces tenían que ver con el campamento.

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❝𝘜𝘯𝘦𝘹𝘱𝘦𝘤𝘵𝘦𝘥 𝘊𝘢𝘮𝘱❞ ┋ ᵃˢʰᵉʳ ᵃⁿᵍᵉˡ
FanfictionMadison Jones, una chica de ojos marrones como su cabello, y piel bronceada; imaginaba unas vacaciones de verano corriendo en cámara lenta por la playa; pero por decisión de sus padres, ahora correrá en cámara rápida para salvarse de las travesuras...