-Capitulo 5- MIKE ( parte 1)

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Nadie me podría haber dicho jamás que cuando aterrizara mi vuelo en unas horas mi vida tomaría un giro de 360º.

Vengo postergando este viaje hace unos meses y la realidad es que Melissa fue la que me dio el último empujón para decidirme, el giro tóxico que había tomado la relación me estaba consumiendo, así que una vez que la di por terminada, me subí a un avión rumbo a Europa a concretar negocios y mal que me pese a huir de ella.

Termino mi último café a bordo y me dispongo a llamar a Chris para que me recoja en el aeropuerto. Es mi mejor amigo y se ha transformado en mi mano derecha, es la primera vez que lo dejo tanto tiempo a cargo de la gerencia de la empresa, mi padre me dijo que cumplió las expectativas con creces. Más que nada fue una especie de prueba y no me ha decepcionado.

Cuando le propuse a mi padre que Chris manejara el nuevo proyecto del centro vacacional, se mostró abierto a la idea pero necesitaba seguridad, después de todo iba a ser una gran inversión y teníamos mucho en juego.

Entonces le dije que lo dejaría a cargo en mi ausencia de tres largos meses y que él supervisara su desempeño, luego decidiríamos.

En unas horas el piloto anuncia el aterrizaje y ya estoy ansioso por volver a casa. No soy "un hombre de mundo" como muchos piensan, me gusta tener mi espacio, mis cosas, me hice amigo de mis silencios y mi soledad, amo mi trabajo y puedo pasar horas diseñando y trazando planos en completo silencio y al contrario de la arquitectura, no encontré aún la mujer que me quite el sueño y realmente tampoco la estoy buscando.

Cuando por fin termino con los chequeos correspondientes, accedo al hall central y recorro la sala con la mirada cuando me encuentro con un Christian sonriente, señalándose con una de esas manos enormes que se ven en las tribunas de los partidos de béisbol donde se puede leer en grandes caracteres CHRIS.
No pude más que soltar una gran carcajada « como si no fuera a reconocerlo.»

─ ¡¡ HERMANO!! ─gritamos al unísono y nos fundimos en un fuerte abrazo mientras nos palmeamos la espalda. Y sí...más que amigos, somos hermanos por elección. Nos dirigimos al estacionamiento charlando animadamente, tenemos un largo viaje para ponernos al día, no sobre el trabajo, de eso ya estaba bien informado, ahora solo somos dos grandes amigos que no se vieron en mucho tiempo.

Luego de casi dos horas de viaje y buena charla Chris estaciona su deportivo frente a mi casa. Después de bajar el equipaje preparo café y dispongo en un plato unos bollos que compramos en el camino.

─ Extrañaba esto ─le digo parado frente al ventanal con la taza de café en la mano.

─ No lo dudo amigo, la vista es increíble.

Desde la casa se pueden apreciar lo imponente de las montañas, ahora con sus cumbres nevadas, parte del bosque y el río, que a estas alturas se muestra tranquilo como si fuese un lago, este es mi pequeño mundo, mi refugio, al que solo mis padres y Chris tienen acceso.

Por unos momentos, quedamos atrapados por la belleza arrolladora del paisaje.

─ Todo muy lindo, pero debo volver a la oficina. Después de todo sigo siendo el jefe al menos hasta las 18hs. Y no quiero problemas ─y no puede menos que arrancarme una sonrisa con su comentario.

─Puede retirarse entonces señor gerente general, lo veré más tarde en el bar de siempre ─contesto impostando la voz y ambos reímos de nuestras bromas.

─Me alegro que hayas vuelto Mike.

─También yo Chris.

Se encamina a la salida y a mitad del trayecto se detiene para decirme.

POR SIEMPREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora