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MIKE
Una suave brisa mueve mi cabello, los tenues rayos de sol del atardecer acarician mi rostro y la sensación de paz es absoluta. Sé que estoy acostado sobre la hierba aunque mis ojos permanecen cerrados, un calor reconfortante envuelve todo mi cuerpo, pero es algo distinto al sol. Entreabro mis ojos y ahí está el rostro que acompaña cada uno de mis sueños, tan perfecta y tan mía que duele. Su cabello casi tan negro como la noche desciende sobre sus hombros y se pierde en las colinas de sus pechos, sus párpados cerrados esconden el claro océano de sus ojos, custodiados por sus espesas pestañas. Su piel tersa y suave es una invitación a las caricias, deslizo suavemente mi dedo por su mejilla y siento que no me puede caber más amor en el corazón, ella me complementa, es mi todo. Me acerco sigiloso y rozo sus rosados labios…saben a gloria…me deslizo por la comisura de su boca y sigo la madreperla de su fina cicatriz que recorre la línea de su mandíbula.
─ Estoy aquí para sanar cada una de tus heridas mi amor ─susurro en su oído.
Cuando me aparto para continuar con mi camino de besos, veo su cicatriz en carne viva, mis ojos se abren asombrados ante aquella visión y un dolor agudo inunda mi pecho. Llevo una mano temblorosa hacia mis labios y estos están cubiertos de sangre, mi mirada vuelve hacia ella y me encuentro con sus ojos muy abiertos y fijos hacia el cielo. Los océanos de mis sueños yacen inertes, oscuros, vacíos y sin vida, su vestido blanco está manchado de sangre, así como su nívea piel. Cuando contemplo su cuerpo inerte algo se rompe dentro de mi pecho y el dolor desgarra mi garganta en un grito…
─ ¡NOOOOOOOO!
─ ¡Mike…amor…despierta!
Abro los ojos y me siento de golpe. Estoy en la habitación de Liz sentado en el sillón y ella está a mi lado.
─ ¿Te sientes bien? ─sus delicadas manos acarician mis mejillas.
─ ¡Oh Liz! ─la envuelvo en mis brazos y hundo mi nariz en la suavidad de su cabello.
─ Me asustaste ─dice pegada a mi pecho.
─ Créeme que el asustado era yo ─le digo mientras recorro su frente con mis besos.
─ ¿Mal sueño? ─dice algo apenada mientras se aparta un poco para verme a los ojos.
─ Algo así…pero no importa, lo que importa es que estás aquí conmigo. Un momento… ¿Qué haces fuera de la cama? ─mi semblante cambia al darme cuenta de lo que ha hecho.
─ Te escuche gemir dormido, parecía que llorabas y me acerque para ver si estabas bien. Me siento bien Mike, no te enojes ─dice mientras me acaricia el cabello y me regala una dulce sonrisa.
─ Jamás podría enojarme contigo mi ángel, solo me preocupo por ti ─y la vuelvo a abrazar, necesito tenerla cerca para sentirme vivo y en paz. Pero no alcanza, así que deslizo mi brazo por sus largas piernas y la siento sobre mis rodillas.
─ ¡Mike! Alguien puede entrar y…
─ ¿Y qué?...me importa un demonio quien entre y que vea cuanto te amo ─ella entreabre sus labios para decirme algo pero no la dejo, abrigo su boca con la mía y me bebo sus palabras en un dulce beso.
Ella se tensa sobre mis piernas y pone sus manos sobre mi pecho para separarse de mí. Baja su cabeza y trata de levantarse pero no la dejo.
─ Liz…mírame por favor ─digo mientras levanto su cara con mis manos haciendo que me vea a los ojos. Una lágrima se escapa de uno de ellos y me duele el alma.
─ Lo siento…
─ No Liz, no tienes que disculparte por nada. Yo soy el que tiene que disculparse, me dejé llevar, no tienes idea lo difícil que es estar cerca de tu hermosa boca y no besarla. Te necesito tanto amor…
─ Abrázame por favor.
La rodeo con mis brazos y me recuesto en el sillón. Ella descansa su cabeza en mi pecho y se acurruca como una niña asustada sobre mí. Deslizo suavemente mi mano por el largo de su espalda acariciándola, mientras dejo pequeños besos sobre su cabeza. Ella se relaja poco a poco hasta que su respiración se vuelve acompasada…sé que se quedó dormida. Podría pasar horas con ella así entre mis brazos, pero unos golpes en la puerta interrumpen mi hermoso momento.
La puerta se abre y la cabeza de Jackson se asoma por detrás.
─ Disculpa pero tenemos que hablar ahora ─dice bajito al ver la situación.
Le hago una seña con la cabeza que me espere afuera y cuando cierra la puerta, me levanto todo lo despacio que puedo, llevo a Liz hasta la cama y la acuesto en ella. Se remueve contra la almohada, mientras la cubro con una manta, pero por suerte sigue dormida, acomodo su cabello hacia atrás y dejo un beso sobre su cabeza.─ Te amo ─susurro en su cabello y salgo de la habitación.
─ Hola Jack ¿Qué sucede? ─digo mientras me siento junto a él en una de las sillas del largo pasillo.
─ Hola Mike…Ehhhh…siento haber interrumpido.
─ No hay problema…mientras sea importante ─le digo mientras levanto una ceja haciéndole ver que si no lo es…estará en serios problemas.
─ Créeme que sí amigo ─su cara no me gusta nada y presiento que menos me va a gustar lo que vino a decirme.
─ Te escucho.
─ Terminamos de revisar las cámaras y han llegado algunos preliminares de las pruebas, no hay dudas que Melissa fue la que atacó a Stev y a Liz, sino que también fue la que provoco el incendio en la casa de Nick.
─ ¡Maldición! ¿Estás completamente seguro de todo esto?
─ Lamentablemente sí Mike, los cabellos que obtuvimos en la casa de Liz, son de ella, se tiño de rojo pero su ADN coincide. También las huellas en el auto de Stev, el cual recuperamos del barranco. Me extraña que no usara guantes, quizás pensó que no lo íbamos a poder sacar pero por suerte un tronco lo detuvo y no callo al fondo.
Las cámaras de la casa de tus padres la muestran en la gala junto a Nick y como salen luego detrás de Liz. Creo que lo tenía todo planeado y utilizó a Nick para entrar en la fiesta y vigilar los pasos tuyos y de Liz y…
─ Y yo me fui y le dejé el campo libre dejando sola a Liz… ¡Maldición!
─ Nadie podía saber cuáles eran sus intenciones Mike.
─ Lo sé, pero aun así me siento culpable, si no me hubiese ido no habría ido tras de Liz esa noche, porque yo me habría ido con ella ─digo mientras aprieto mi cabeza con ambas manos.
─ No Mike, quizá los hubiese matado ahí mismo a los dos si te encontraba en su casa o en la tuya. Salió con Nick en su auto pero fueron a su casa primero, ahí le administro un sedante lo suficientemente fuerte como para noquearlo unas cuantas horas. Su cuerpo estaba saturado de midazolam, se lo tiene que haber dado con alguna bebida para solo dormirlo, ya que si se lo hubiese inyectado le habría provocado un ataque masivo al corazón y hubiese muerto de inmediato. Sus vías respiratorias presentaban residuos de carbón y la alta concentración de carboxihemoglobina en sangre indica que estaba vivo al momento del incendio, aunque inconsciente.
─ ¡Santo dios! Te escucho y no puedo creer que estemos hablando de Melissa.
─ Lo sé…miro su foto una y otra vez y no puedo creer que detrás de esa carita de ángel se esconda un monstruo.
─ ¿Entonces en que momento fue por Liz y Stev? ─pregunto para poder llenar los baches en la historia.
─ Durmió a Nick y tomo su auto para ir a casa de Liz, allí los atacó. Dejó a Stev quizás porque pensó que estaba muerto y se llevó a Elizabeth con ella a casa de Nick…
─ La dejó dentro del auto en el descampado porque estaba inconsciente…─interrumpo su relato.
─ Exacto…y fue a casa de Nick y le prendió fuego. Creo que nunca se percató que Liz no estaba en el auto, o al menos se dio cuenta algo tarde por los tiempos transcurridos entre toma y toma de las cámaras, que llegan hasta mostrarla saliendo de la ciudad hacia las montañas.
─ ¿Y luego de eso no hay nada más? Tienen que haber huellas…algo ─me levanto de la impotencia que siento y comienzo a caminar en círculos.
─ Lo lamento Mike, recién mañana con la primera luz del día comenzaremos los rastrillajes en la zona donde se la vio por última vez. Así que hasta ahora parece que se la hubiese tragado la tierra porque no hay rastros de ella.****************************
Holisss!!!!
Como lo prometido es deuda....aca está el primero de tres.
Llegamos a las 1000 visitas....siiiii!!!!! 1K 😁
No lo puedo creer.....🤭🤭🤭🤭Gracias x 1000!!!!! ❤️❤️❤️❤️
Sigan leyendo y dejando estrellitas, los quieroooo!!!!
💋💋💋💋💋💋💋💋💋💋💋💋
Mariamercedes68 💖
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POR SIEMPRE
RomancePROLOGO ¿Cuántas maneras de amar conoces? Desde preparar una comida, hasta el extremo de dar la vida por alguien más, se abre un abanico infinito de posibilidades. ¿Cuántas formas de amor conoces? Si lo piensas tienes ante ti otro abanico más. Sea...