-CAPITULO 10- UN GRAVE PROBLEMA (Parte 2)

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CHRISTIAN

Después de la llamada de Mike salgo hecho una furia de mi casa, es mi hermano, pero no voy a permitir que por esa loca se desquite conmigo. Me toma quince minutos llegar a la casa, bajo dispuesto a decirle unas tantas y golpeo la puerta con el puño.
Me abre la puerta Mike y con un "gracias" quebrado por la angustia me abraza como si quisiera romperme los huesos.

─ ¡Hey Michael! ¿Qué demonios te pasa? ─le digo mientras lo separo y pongo mis manos en sus hombros dándole un breve sacudón.

─ Es Melissa, desapareció, está fuera de sí Chris necesito tu ayuda─ me dice mirándome con ojos vidriosos y al borde de quebrarse por completo.

«Sabía que era de las que te hierven el conejo, pero no es momento para decirlo...maldición»

─ Vamos adentro.

Ingresamos a la sala y saludo a Catherine con un beso en la mejilla «pobre mujer se ve destrozada».

─ Gracias por venir Christian ¿quieres un café?

─ Te lo agradecería mucho.

─ Enseguida vuelvo ─dice mientras recoge las tazas que están sobre una mesita baja de vidrio.

─ Cuéntame que pasó ─me dirijo a Mike que está derrumbado en el sillón.

─ Sabes que Melisa me acosó todo el viaje, con llamadas, mensajes y demás, hasta te escribió a ti. Bueno, púes resulta que le dijo a su madre que estaba conmigo de viaje y que seguíamos juntos.

─ ¿QUEEEE?─no puedo salir de mi asombro.

─ Lo que escuchaste, esta mañana recibí un llamado de ella, diciéndome que me extrañaba y quería que desayunáramos juntos. Obviamente le dije que no y empezó a gritar como una loca, me dijo que seguro estaba con otra y que nos iba a matar a los dos. ─escucho el relato de Mike y confirmo todas mis sospechas «Melissa definitivamente es peligrosa»

─ ¿Y viniste directo para aquí?

─ Si, estaba por desayunar con... ¡SANTO DIOS CHRIS! ¡ELIZABETH! ─me dice de pronto saltando del sillón.

─ ¿Qué pasa con Elizabeth? ─digo sin comprender que tiene que ver en todo esto.

─ ¿Quién es Elizabeth? ─pregunta Catherine entrando con una bandeja con tres tazas de café en ella.

Me acerco y tomo la bandeja de sus manos para depositarla en la mesita de vidrio, mientras miro a Mike esperando una explicación.

─ Es una amiga de la infancia Cath, que ahora vive aquí y trabaja en mi empresa, pasó la noche en mi casa después de salir del hospital...

─ ¡¿HOSPITAL?! ¿Qué mierda me estoy perdiendo Mike? ¿Qué pasó con Liz? ─lo interrumpo porque a estas alturas no logro entender nada.

─ Anoche salió del bar y se desmayó en el taxi cuando iba para su casa, Tony me llamó, fui al hospital y me la llevé a casa, necesitaba supervisión y no iba a dejarla sola...─«y es lo que acabo de hacer»─ ¡Maldición! Dame tu teléfono Chris ─mientras me lo entrega, me pregunta.

─ ¿Qué pasó con el tuyo?

─ Está desparramado por toda la sala en mi casa ─no necesito pedir más explicaciones, Mike es una maravillosa persona, educado, atento y caballeroso por demás. Pero no lo presiones hasta sus límites, porque ese bonachón de un metro ochenta puede hacerte mear en los pantalones, si te atreves a cruzarlos. Sé perfectamente que se está conteniendo porque es una mujer y evidentemente necesita ayuda, si no ya estaría tres metros bajo tierra y yo limpiando la pala.

POR SIEMPREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora