c a s i│𝘁𝗮𝗲𝘁𝗲𝗻

🌹║04

Saqué los pequeños pelos que me había sacado la peineta y los boto a la basura. Me lavé los dientes sin dejar de mirar mi reflejo, me asustó cuando empieza a sonar la canción Location. Tomo el celular y contesto con el cepillo a un lado.

—¿Qué pasa? —pregunto apurado, ya iba algo atrasado.

—¿Esas son maneras de saludar a tu novio? —dice arrastrando las palabras y escupo todo de una al lavamanos.

—Yo te trato como quiero, —se escuchaba la carcajada de Taeyong al otro lado del teléfono y me apresuré a decir.— ¿Para qué me llamas?

—Me salió una fiesta tranquila y yo iba a ir con mis perras, pero me enteré que va a ir la hija del director. —aprete los labios recordando a Seulgi, la hija del director. Es simpática, y no se porqué podría ser una amenaza.— Vas a tener que ir conmigo.

La rabia me invadió. ¿Qué se cree este imbécil? No soy suyo como para que me diga que hacer.

—¿Y tú crees que con invitarme voy a dejar mis panoramas por ti? —me enjuagué la boca y salí del baño adentrandome al living.

—Vas a venir si o sí, porque trato es un trato y lo vas a cumplir mierda. —dijo firme pero tranquilo.

Rodé los ojos y dije resignado:

—Ya... ¿Cuándo sería?

Me lo imaginaba sonriendo triunfante y me sentí estresado por eso.

—El viernes, te paso a buscar.

Por la cresta, tenía que ser viernes. Tengo una comida familiar y no puedo faltar.

—No puedo Taeyong, tengo una cena familiar y...

—Aprende a mentir por lo menos si no te da cuero para ir a una fiesta, porque no te creo nada. —apreté el celular enojado. Me aburrí de este bastardo, nadie me trata así.— A la diez paso por tu casa y espero que–

—Vas a tener que esperar sentado Taeyong, porque no estoy interesado en faltar a una comida importante para estar fingiendo en una fiesta que creo, que va a ser una mierda. Anda con tus perras no más y deja de hincharme las pelotas. —le corté antes de que pudiera responder y por fin sentí que volvía a ser el Ten de antes.

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—Winwin, sácate ese gorro que estamos en pleno verano.

—Me encantaría pero, es parte de mí y si me lo saco, ya no sería el mismo de antes. —puso una voz dramática que me causó gracia.

—A ver, ponte a llorar ahora. —dije riendo y mire afuera del auto. El aire chocaba contra mi piel y me desordenaba un poco el pelo.

La cena del viernes no era importante porque fueran mis familiares, sino que había una razón más complicada que esa. Mi madre.

La ponen nerviosa estas juntas familiares y le dan ataques de pánico. Si no estoy ahí lo más probable es que colapse. Yo soy el único que la hace reaccionar en esos momentos. Aparte de que a mi otro primo le encanta ponerle los pelos de punta haciendo bromas que solo a él, a Renjun y a mi nos causa risa.

Mi abuelo materno se pone a decir insultos cuando mi mamá comete un error en la comida y se arman las peleas. Creo que mi abuelo y yo tenemos el mismo temperamento, así que yo lo hago callar. El otro seria mi primo, pero el sede al final. Haciendo que yo sea el único que lo pueda calmar. Mi papá no se mete porque dice que no está para el juego de nadie.