c a s i│𝘁𝗮𝗲𝘁𝗲𝗻

🌹║19

Taeyong

—¿Pero cómo... como se atreve a hacerme algo así?

La habitación estaba totalmente vacía. Si cerraba los ojos, aún podía ver los sillones, los cuadros, la alfombra que mi madre solía cuidar tan bien, el barco miniatura que me había hecho mi padre al centro de la mesa de té. Todo como si hubiera sido ayer.

Y luego abría los ojos.

—Estoy seguro que no lo hizo pensando en que te afectaría tanto. —le dijo Yuta a Sunhee en un tono apaciguador, creo que es la quinta vez que se lo dice.

—Pero es que... —empezó la castaña, pero se silencio e hizo un puchero. Presionaba constantemente el botón izquierdo del cursor de mi notebook.

—Sigo pensando que ir disfrazados de policías es buena idea. —dijo Yuta peinando a la Sun con la mano.

Sunhee chasqueó la lengua con irritación.

—Somos policías, es como si alguien vaya disfrazado de humano.

Los ojos cafés del pelirrojo miraban con ternura a la castaña que estaba recostada sobre su pecho. Quizás mucha gente piense que Yuta es arrogante y frío. Y lo es, pero también puede ser amable y considerado, sólo con algunas personas.

Mejor dicho, con dos personas: Sunhee y yo.

Preferiría cortarse los testículos y usarlos de yo-yo antes de admitirlo, pero eso ya es otra historia.

—Aún no entiendo tu problema. —dijo mientras trenzaba su cabello.— Tu misma dijiste que conseguir disfraz no te era gran trabajo.

Esta rodó los ojos.

—Claro que no me preocupa eso, —contestó.— el problema aquí es hacernos combinar. Al principio quería ser Gou Matsuoka de Free!, para combinar contigo que serías Rin Matsuoka, pero si nos llegamos a besar sería incesto.

—Por lo que te preocu– ¡¿Rin?! —exclamó enderezándose de golpe. El PC y la Sun se cayeron a la vez.

Sunhee se levantó del suelo con facilidad y sonreía victoriosa.

—¿Quién te dijo que me iba a disfrazar? —preguntó desesperado.

—Tu mismo lo dijiste.

Él pareció atónito.

—¿En qué momento? —quiso saber el pelirrojo, tenía ambas manos en la cabeza y se despeinaba en señal de angustia.

—Dijiste que irías encantado a la fiesta del extraño en la calle siempre y cuando hubiera un buen bar.

—¿Y cuándo se supone que dije que iba a disfrazarme?

—Cuando alguien dice que irá a una fiesta de disfraces es porque irá disfrazado, ¿No?

Poco a poco, Yuta comenzó a bajar sus manos de su cabello y las soltó a sus costados.

—Pero... —dijo en un hilo de voz.

—Eso ya lo tengo okay, el problema soy yo. —entrelazó sus manos y se giró hacia la ventana, con mirada soñadora.— Desde que era niña y veía Sailor Moon y Saint Seiya, siempre quise hacer cosplay a juego con amigos. Lamentablemente nunca se dio la oportunidad. —su expresión se tornó fría y habló apretando los dientes.— Y justo cuando se da, el imbécil me da menos de seis horas de anticipación. Con lo indecisa que soy.