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—La fiesta del fin de semana estuvo genial Annie, te estuve buscando pero tus padres me dijeron que no estabas en casa, ¿A donde fuiste?— pregunta Hannah tomando sus libros para irnos al descanso.

—Nunca terminé de contarte pero se podría decir que estoy viendo a alguien— ella me miró asombrada mientras caminábamos al jardín para sentarnos y charlar mejor como acostumbrábamos.

—¿Cómo es eso Annie de que estás viendo a alguien? Tu a mi me cuentas con lujo de detalles ya mismo— me ordena algo regañona.

—Se llama Rian, tiene veinte y dos y pues es socio de mi papá, nos conocimos en aquella fiesta que organizó la juguetería. Desde ese entonces hemos mantenido contacto y ahí era donde estaba metida. Pasé el fin de semana en su casa en la playa— sonreí y Hannah me miraba sorprendida para luego darme un fuerte golpe en el hombro.

—Annie me ocultaste algo así ¡estás saliendo con uno de veinte y dos!, ¿Cómo pasó todo eso y yo ni cuenta?— reía mientras me golpeaba.

—¿Qué hablan chicas?— una voz que me parecía conocida pronuncia estas palabras a lo que me volteo.

No lo puedo creer.

—Allan, no me lo creo— Hannah y yo nos paramos tan rápido para abrazarlo siendo cubiertas por sus enormes brazos.

Hace dos años éramos una trinidad, Hannah, Allan y yo,  en pleno año escolar Allan tuvo que marcharse a su país natal, Argentina; pues la empresa de su padre atravesaba ciertos problemas y el rubio se veía involucrado dentro de estos como único heredero.

—Ni una llamada, ni un text. Si que te has pasado Allan, nunca diste señal de vida— Hannah lo abrazó y golpeaba su pecho. Para bipolaridad Hannah.

Pasamos rato hablando mientras integrábamos a Allan que pasaría estos dos últimos años con nosotras pues se habían resuelto los problemas legales que tenían. Hannah también se había encargado de decirle a Allan sobre Rian y de ponernos al tanto se nos había ido el día.

—Annie necesito que me lleves a la juguetería, nuestros padres tienen asuntos que resolver aún. No todo está resuelto, tu padre sigue ayudando al mío— caminábamos hasta mi casa pero al oír la petición de mi amigo vi necesario que fuéramos en mi auto.

—¿Y por qué tengo yo que acompañarlos gente rica?— dice Hannah. Ay de mi, si Hannah podría comprar un país completo y bañarse a diario con dinero.

Pero que puedo decir, Hannah a veces es algo desquiciada pero es bastante humilde, no es ese tipo de personas que necesita demostrar todo lo que tiene.

—Cállate Hannah, eres dueña de medio país— se expresa con sarcasmo Allan.

Tras un corto viaje habíamos llegado hasta la empresa, estábamos sentados en recepción mientras papá disponía para atender a Allan.

Daddy🍭:
Quien es y por qué te abraza? 🧐

Es mi amigo, Allan.
Daddy🍭:
No me agrada Allan como tampoco me agrada la idea de que te esté abrazando, ¿Qué se hace? 🧐

No seas tan celoso y ven a saludarme, de paso conoces a Allan y luego ves si te agrada, ¿Si papi? ☹️

𝐕𝐢𝐬𝐭𝐨 2:49

—¿Qué tal Chicos?— se nos acerca Rian tal y como se lo había pedido.

Saludó a Hannah con un abrazo y a Allan con un apretón de manos con algo de desprecio; a mi me saludó con un fuerte abrazo y un beso en la mejilla.

—¿Cómo has estado pequeña?— pregunta y río.

—Perfecto, me ha ido excelente en el examen de mate— guiño mi ojo. Sabía que lo hacía con intención pues estábamos en la empresa de mi padre y todos harían lo que fuese por ganar su confianza, incluso decirle sobre Rian y yo si alguien llegara a saberlo.

Un chico de cabello marrón y tez blanca  pasó por nuestro lado a lo que Allan se quedó atento mirándolo.

—¿Pero quien es ese chico tan guapo?— pregunta Allan mordiendo sus labios.

Rian abrió su boca en una perfecta "O" cuando entendió lo que sucedía y que sus celos habían sido en vano.

—Perdón— musita de manera que solo nosotros dos podamos escuchar.

—Ya su padre se encuentra en disposición para atenderle señorita Annie— dice su secretaria, y Allan entra a su despacho.

—Hannah, ¿Me la permites un segundo?— pregunta Rian a mi mejor amiga.

—Toda tuya— dice Hannah y se queda sentada en la recepción, Rian me tomó de la mano y caminamos hasta su oficina.

—He ahí la importancia de conocer las personas antes de suponer cualquier cosa— dije en tanto entramos y Rian pasó seguro a la puerta.

—¿Cómo iba a saber que es gay? Te estaba protegiendo— se sienta en su sillón en el cual se veía tan demandante.

—Siempre supones— ladeó la cabeza.

Me mira amenazante.

—Annie, el tono de voz por favor—

Nos miramos con cierto grado de complicidad en nuestros ojos, ambos sabiendo lo que el esperaba de mi parte. Unas disculpas.

—Lo lamento papi— sonreí.

Me indicó que me sentara sobre su regazo para tenerme más cerca y hablar mejor.

—Deberías estar saludando a tu padre, y estás aquí, conmigo— recorre su mano desde mis muslo hasta mi cuello donde aprieta con cuidado de no lastimarme —Eres una niña muy mala— dice y pasa su lengua por mi cuello. Cuando estaba a punto de sacarme la blusa mi celular da el sonido de una notificación de mensaje.

Hannitah💓:
Annie, vuelva ya. Allan ya terminó de hablar con tu padre y pregunta que si has venido con nosotros donde te has metido 😧

En cuanto veo el mensaje de Hannah me separo de Rian para marcharme.

—Me tengo que ir, mi papá me está buscando— Rian se para y nos dirigimos hasta la puerta donde me besa descontroladamente —Papi tengo que irme— digo como puedo entre el beso.

Se separa de mi y cuando estoy a punto de abrir la puerta me toma de la mano.

—El sábado, comamos helado. Es una cita— me hace un guiño y yo asiento algo sonrojada por su propuesta.

Para despedirme tiro un beso al aire y el hace lo mismo. Lo que es la adrenalina de no ser descubiertos.

My daddy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora