28

32K 1.6K 268
                                    

—¿Qué te he dicho tantas veces? Eres una niña muy desobediente— me atrae fuerte hasta su cuerpo.

—Papi perdón, que se me ha escapado te lo juro— digo mientras subimos a su habitación esperando que se digne a escuchar mis suplicas.

—Deja ya de disculparte o te irá peor. Ropita al suelo bebé— me ordena y yo dudo en desprenderme de ella —dije que la ropa al suelo perrita— su tono de voz había cambiado, me intimidaba más así que esta vez si me deshice de mis prendas.

Rian tomó mis manos y las ató a mis espaldas con una fina cinta pero con un nudo algo apretado. El sonido de su cinturón caer hizo que entrara en pánico.

—¿Papi que vas a hacer?— pregunto balbuceando.

Aprieta mi trasero y lo besa —lo que se me antoje, eres mía— estampa el cinturón sobre mi trasero que solo estaba cubierto por mis bragas, me dolió pero no quitaba el hecho de que me gustó.

—Cuida esa boquita— me toma y me besa rudamente

—Papi te lo juro, no se me escapa más— le suplico

—Mmm bebé no lo sé. Podría perfectamente perdonarte— me acaricia suavemente la espalda —O castigarte cómo te mereces— estampa otra vez el cinturón a lo que yo gimo —Pero tus gemidos me dicen que prefieres el castigo, ¿verdad perrita?— siento como baja mis bragas repentinamente e introduce su dedo bruscamente en mi.

—Eres malo, me dijiste que hoy jugarías conmigo— digo algo triste pero excitada por su acto.

—Y lo haré, pero primero debo castigarte, me llamaste papi en la mesa bebé, sabes las reglas— saca su dedo de mi interior y suelto un suspiro.

—¿Me puedes soltar un ratito? Solo un ratito papi, me está lastimando—

—¿Te lastima princesa?— pregunta preocupado y en un movimiento rápido quita la cinta de mis manos, fui más ágil y me subí a horcajadas sobre él

—Eres una pequeña zorra— ríe al ver cómo fue timado

—Lo siento papi, si quieres me castigas después pero ahora te necesito dentro— le susurro al oído y siento como mi hombre ya está hipnotizado por mi. Me toma de las caderas y empieza a moverme en círculos sobre su pantalón.

—No te voy a hacer el amor como mi pequeña, te voy a partir en dos, ¿Quieres seguir con esto?— me mira con una cara de excitación que no podía resistir.

—¿Y por qué no las dos cosas?— ataco sus labios con lujuria apasionadamente

—Porque eres una perrita que se porta mal— me gira y quedo acostada y el encima de mi sin dejar caer todo su peso. Hace un camino de besos por todo mi cuerpo, cuando llega a la parte baja de mi estómago me mira y me sonríe para morderse los labios, yo ansiosa pongo mis manos en su cabello haciendo que se dirija a donde debe.

Empieza a dar besos en mi parte baja y los gemidos se iban intensificando por mi parte cuando aumentaban sus caricias ahí.

Abre un poco más mis piernas y saca su cabeza de ente ellas para quitar sus prendas restantes.

—Dime lo que me gusta oír ¿Si?— me mira mientras apunta con su miembro a mi entrada.

—Papi, fuerte— suplico cuando siento que me  llena completamente

—Si también me gusta oír eso, pero sabes lo que quiero escuchar de esa boquita— me besa cómo puede al mismo tiempo que aumenta  sus movimientos, nuestro beso fue interrumpido por mis gemidos que eran más fuertes.

—Soy tuya— gimo diciendo lo que a Rian le gustaba escuchar, que le pertenezco.

—Así es eres mía, mi zorrita— me susurra al oído más excitado

Sus movimientos seguían aumentando y esta vez no quería que fuera más rápido, todo lo contrario.

—Papi despacio— agitado de la misma forma que yo une nuestras frentes, la cercanía de nuestras bocas nos hacía deleitarnos mutuamente con nuestros gemidos.

—No le estoy haciendo el amor a mi bebé, estoy partiendo mi zorrita— sale de mi y se corre sobre mi estómago, cuando termina de hacerlo toma fuerte mi pelo.

—Papi hará que te vengas solo con palabras— muerde el lóbulo de mi oreja —Te sientes tan apretada bebé, tan rica— lame mi cuello —no sabes cuanto me contengo para no correrme enseguida— su voz me estaba haciendo enloquecer

—Papi— murmuro

—¿Ves como no puedes contra mi pequeña? Me pediste que fuera fuerte— sigue dando besos por mi cuello —y cuando fui muy fuerte me pediste despacio, ¿Ves por qué tengo que tengo que tener el control?, ¿Ves por qué soy tú...

—Papi— gimo fuerte y sentí mi orgasmo llegar.

—Exacto bebé— suelta mi pelo y me da un beso en la frente.

Nos quedamos dormidos toda la tarde y cuando despertamos Rian me llevo a casa.

—Estudia mucho bebé— dice antes de marcharse completamente, lo dice por el examen que me toca mañana.

—¿Por qué llegaste tan tarde amor? Pensé que llegarías en tanto salieras del trabajo— dice mamá

—Perdón por no avisar, fui a casa de Rian y perdimos el tiempo. No sabía que estaba tan tarde— bostezo, aún estaba cansada.

—Hannah estuvo aquí, dijo que volvería dentro de un rato y se quedaría a dormir, ¿Van a estudiar juntas?— dice sin levantar la vista de su celular

—Había olvidado por completo que Hannah vendría. Tenemos examen de historia— muerdo mis uñas, debí haber tomado la tarde para estudiar.

No vuelvo a casa de Rian jamás.

My daddy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora