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—¿Me perdonas?— dice en tanto abro la puerta con una rosa en mano que cubría su cara

—Si te perdono, pero no era necesario traer esta rosa— ambas reímos

—A Rian le funcionó— toma mi mano y me hace agarrar la rosa a fuerzas.

—¿Por qué tan cariñosa?— pregunto extrañada mientras subíamos a su auto camino al instituto

—Ayer te traté mal y no debí hacerlo, no fue tu culpa que reprobara— detiene el auto en un semáforo en rojo y aprovechamos para conversar

—Pero nunca te habías puesto así por calificaciones, eres Hannah, esas cosas no te afectan— Hannah tal vez quería ser mejor ahora pero no estaba enterada

— Sabes cómo son mis papás, si no mejoro me van a sacar del colegio y odio estudiar en casa— pone el auto nuevamente en marcha

—Si lo que quieres es mejorar cuenta conmigo, sabes que te ayudaré— doy palmaditas sobre su hombro

—Gracias pero ya cuento con Rodrigo— noto que vuelve a ser la misma Hannah de siempre y sus minutos de romanticismo habían llegado a su limite

—¿Cómo Rodrigo, ya hablaron?— preguntó curiosa pues la última vez que Hannah me habló de él no había sido sobre nada bonito

—Pues me buscó y se comprometió a ayudarme a estudiar— sonríe — ahora tengo una promesa que mantener

—¿Promesa?— cuestiono sin entender nada pero no me responde, solo me mira y se ríe

Llegamos al instituto y Allan y Gael estaban sentados en el aula haciéndonos sitio

—Llegan tarde chicas— dice Gael

—Disculpen a mi primo, se siente mucho por llegar temprano una vez en su vida— Hannah se burla de Gael, una forma muy común de empezar el día

—Me encantaría poder negarlo pero es cierto, siempre llego tarde, ¿No Annie?— todos sabíamos a lo que se refería por lo que se formó un silencio incómodo hasta que Rodrigo apareció.

—Buen día chicos— saluda —si me permiten por favor, me llevaré a Hannah—  la pelirroja toma sus cosas y se sienta con Rodrigo quien había llevado unos libros supongo que para empezar la tutoría

—Te puedes sentar conmigo si quieres Annie— invita mi mejor amigo

Pero negué y me senté junto a Gael, Allan seria una completa distracción y estábamos en examen lo que requería mi entera atención a clases.

—Me siento feliz porqué me elegiste— Gael ríe pero esa risa parecía vacía

—No seas tonto— doy golpes fuertes en su hombro a lo que rápidamente se queja

Cuando el día finalizó Rodrigo y Hannah decidieron ir a la biblioteca a estudiar, Allan, Gael y yo fuimos hasta mi casa a tomar un descanso. Los exámenes nos tenían realmente agotados.

—Se notan muy cansado chicos, ¿Quieren algo de tomar?— se ofrece mamá en tanto nos ve tirados en el sofá como locos despreocupados

—Por favor, lo necesito— dice Allan

—Ay Allan, en caso de conocerte pensaría que realmente estás agotado por estudiar— mamá bromea

—Me he estado esforzando, también quiero aprobar— se defiende

—Está bien te creo niño estudioso— aprieta una de sus mejillas con ternura —ya les traigo las bebidas chicos— se dirige a la cocina dejándonos solos otra vez

—Tengo que aprobar esta vez, no quiero ser como mi padre— es la primera vez que escuché a Gael hablando con tanta seriedad. Su padre no parecía ser una buena persona

—Tampoco quiero ser como mi padre— repite Allan

—¿Quien dijo que tenían que ser como sus padres?— mi mamá había vuelto con las bebidas y estaba segura que con unos consejos también —chicos ustedes son muy buenos en todo, van a triunfar en la vida de eso estoy segura, confío en que van a ganar dinero de la manera más limpia posible— y ahí estaba, el consejo que había estado esperando de su parte

—Realmente espero que sea así— murmura Allan

Tomamos la limonada que nos había traído mi mamá y sentí como me refrescaba de a poco, la temperatura y el estrés no ayudaba precisamente a mi salud

—¿Te sientes bien Annie?— Gael me observa detenidamente y se acerca a mi.

—Claro que me siento bien— o por lo menos hace un rato así me sentía

Allan pone su mano en mi frente para asegurarse de mi bienestar y retira su mano espantado

—Estas ardiendo en fiebre, voy por hielo— Allan suele preocuparse mucho cuando Hannah o yo nos enfermamos, a tal punto de parecer nuestro padre

—Puedes recostarte en mi hombro si te sientes cansada— dice Gael y acepté recargarme sobre él.

Estaba a punto de quedarme dormida cuando el timbre lo hace imposible

—Yo abro— grita Allan y mientas camina se queja por no encontrar el hielo

—¿Quien era?— pregunto

—Yo, pero tranquilos ya me voy— me giro a confirmar quien es, por la voz sabia de quien se trataba

—No Rian, no es lo que parece—me paro sin fuerzas buscando explicar la escena

—¿Hablamos después si?— traté de ir tras el pero mis ojos se empezaron a sentir cansados, mi cuerpo pesado y de ahí no supe más





Primer capítulo del maratón 🥳🥳

•Estuve leyendo comentarios y vi que no se acordaban del contenido, trataré de actualizar más seguido, lo prometo 🤍

My daddy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora