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Narra Rian:

—Todo es tu culpa— dice Gael cuando nos encontrábamos en el hospital tras Annie desvanecerse

—¿Qué querías que pensara?, estabas abrazado a mi novia y creí haberte dicho que no te quiero cerca de ella— siento como enfurezco pero Gael no era lo importante ahora, sino la salud de Annie

—¿Pueden dejar de pelearse? Hay cosas más importantes— Allan interfiere y nos calmamos —Rian, Gael no hizo nada mal, todo lo contrario. Estuvo cuando tú no estabas— las palabras de Allan me hicieron sentir más culpable de que ella esté ahora en el hospital

Issa quien había decidido entrar primero a ver a su hija por fin había salido, pensé que por fin iba a tener chance de entrar a verla pero Hannah se me adelantó. Realmente quería verla

—¿Cómo está Annie?— pregunto a la señora que llevaba un café en mano, no se veía preocupada por lo que supuse que mi novia se encontraba bien

—Está bien, los doctores dicen que es solo estrés, sabemos que Annie se esfuerza mucho en los exámenes— dice y me da palmadas de consuelo en el hombro

Suspiro de alivio al saber que está bien

—No sabe cuánto me alivia saberlo—

—Me alegro que Annie esté bien. Creo que me iré, ya está muy tarde y tenemos que seguir estudiando. Pasaré mañana temprano a verla— Allan recoge sus cosas y se despide —¿Vienes?— pregunta a Gael y este asiente

Cuando estaban por irse Gael me susurra de forma discreta un "más te vale que esté bien" y se marcha, solo me quedó reír ante las amenaza del pequeño.

—Rian tu también puedes ir a casa— Issa y yo nos sentamos para platicar

—Pasaré la noche aquí con Annie, si quiere usted puede ir a casa a descansar si desea—la señora me mira con ternura y diría que con algo de paz

—Está bien Rian, gracias. Confío en que la cuidaras bien— toma su bolso y se va.

Yo por mi parte me quedo esperando que Hannah salga de la habitación pero pasan dos horas y todavía no sale, se escuchaban risas fuertes desde afuera y no puedo evitar reír también, me hace feliz que pueda hacerla reír en esta situación.

—Ya puedes entrar— dice Hannah desde la puerta y se va dándome paso

—A ti no te quiero ver, sal de aquí— grita una vez me ve enojada

—Cálmate amor— digo y me voy acercando a ella hasta sujetar sus pequeñas manitos —¿Te sientes bien?— pregunto pero no responde —Annie Collins te hice una pregunta— me da una mirada que me hace dudar incluso de mi existencia

—¿Y para qué te voy a decir si a ti no te importa como esté?— responde triste

—¿Cómo vas a decir eso amor? Claro que me importas, de lo contrario no estaría aquí— beso su frente

—No parecía así— busca la cobija y finge que dormirá para evitar hablarme

—Hazme caso Annie, necesito hablar contigo— quito la cobija y me regaña

—¡Rian!— busca la cobija otra vez y se hace bolita —tengo frío—

—Habla conmigo o te quitaré la cobija otra vez— cubre su rostro completo con esta y solo deja fuera sus ojitos

—No confías en mi, creíste que porqué estaba recostada sobre Gael significaba algo— su voz se escuchaba débil, estaba bien pero no se podía negar que estaba enferma

—Soy un tonto por no confiar en ti, me dejé llevar, es que te juro que solo con verte con ese idiota me dan ganas de— trato de calmarme cuando sentí que la furia se apoderaba de mi otra vez —perdóname ¿Si?. Voy a confiar en ti, te lo prometo— quedo esperando su respuesta y deduzco que es un si porqué sus labios me habían brindado una sonrisa

—Si, pero cómo dudes de mi otra vez Rian esta relación llega a su fin— advierte y la abrazo

—No volverá a pasar bebé— sus brazos se sentían tan fríos que se aferró a mi para sentir más mi calidez

—Me siento muy cansada— dice entre bostezos

—Hazme sitio— señalo la camilla

—No cabes aquí— dice tratando de hacerme espacio

—Claro que si— me acosté como pude, no muy cómodamente pero lo importante era estar con ella. La abracé fuerte y sentí como su cuerpo cada vez se iba sintiendo menos frío

—Ya es tarde, tienes que irte. Dile a mamá que entre— desesperada trata de sacarme de la camilla

—Issa no está aquí, hoy te cuido yo— acaricio suavemente su pelo

—Eres un tramposo. ¿Y si no te perdonaba?— enarca una ceja dudosa

—Simple. Me quedaba en ese sofá— señalo el sofá en la esquina de la habitación  —triste y solo cuidando mi bebé enojada— agarro una de sus mejillas viéndola con ternura

Finalmente se queda dormida en mis brazos en total tranquilidad viéndola así me transmitía una paz inmediata

—Te amo— susurro y beso su frente. Seguro era el te amo que con más temor se haya dicho en la historia pero si que era sincero.

El ruido de la enfermera abriendo la puerta y los rayos de sol entrando por la ventana nos hicieron despertar a ambos, a Annie le habían dado el alta, juiciosa tomó sus medicamentos y recogíamos nuestras cosas para llevarla a casa.

Mientras yo me encargaba del papeleo ella se vestía como podía. Cuando ambos terminamos fui por ella a la habitación a ayudarla a cargar sus cosas.

—Más descanso pequeña, no quiero verte por la oficina en un largo tiempo— antes de salir de la habitación habían ciertos puntos que quería dejar en claro

—Entiendo Rian— responde como niña siendo regañada por su padre

—Y no te esfuerces demasiado, estás enferma—

—Entiendo Rian—

—Y no me llames Rian—

—Entiendo papi—






Segundo capítulo del maratón 🥳🥳 subiré el último en la noche chicas

•Agradecería que apoyen la historia votando y comentando 🥰🤍

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