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Rian lejos y un día lluvioso. Podría sonar cliché, pero era todo lo contrario, me empapé con la lluvia al salir del instituto pues Rian siempre pasaba por mi a estas horas.

—¿Pasándola mal Annie?— Hannah se para justo a mi lado en su carro, alardeando que no tendría que soportar la lluvia.

—Algo— digo titiritando, no llevaba paraguas ni abrigo y como si fuera el colmo había optado por pantalones cortos.

—No seas tonta, sube— se burló de mi para abrir la puerta de su carro y entrar en el. —Eso si Annie, me debes un lavado—

En la radio empezó a sonar una canción bastante triste que hablaba sobre la distancia.

—¡Quita eso ya mismo!— le grité de manera sarcástica a Hannah.

—¿Rian no te ha llamado?— negué —Pero si tiene una semana de haberse ido, ¿Segura que no te ha contactado?— volví a negar.

—Supongo qué hay mucho que hacer en Argentina, ¿no? Tu padre siempre mantiene a las personas muy ocupadas— trató de consolarme Hannah, pero vamos ¿Quien no tendría tiempo para un simple mensaje?.

La pantalla de mi celular se iluminó por un mensaje, en el fondo tenía esperanza de que sería Rian quien me estuviese escribiendo, pero no era así, era solo Allan preguntando donde estábamos.

—¡¿Rian?!— pregunta igual de esperanzada Hannah.

—Es solo Allan— respondí algo desanimada

Narra Rian:

Desde el primer momento que pisé Argentina no había parado de trabajar, había mucho por hacer aquí, y bastantes problemas legales si se cargaba la empresa del padre de Allan.

Tomé mi celular para escribirle a Annie, no había podido hacerlo desde que llegué, y pensé en hacerlo pues tenía un momento libre.

—¡Rian!— una voz chillona me divisa a lo lejos y se tira a abrazarme  por lo que guardo el celular para saludar a mi vieja amiga.

—Julieta, que divina que estás— dije observando a la rubia de ojos claros, si que había cambiado bastante, cuando éramos compañeros en la universidad no lucia tan bien como lo hace ahora.

—Es que si te cuento un secretito, me hice un par de operaciones pero shhh— dijo poniendo su dedo encima de su boca indicándome que guardara el secreto.

—¿Hay acaso algo que no se pueda arreglar en esta vida?— ambos reímos.

—Vamos, tomemos algo— dice Julieta batiendo su pelo a un lado con una sonrisa que iluminaba su rostro.

—No, es que tengo que hacer una llamada importante— saqué nueva vez mi celular para llamar a Annie pero Julieta lo tomó de mis manos.

—¿Quien es esta chiquita?, ¿Es tu hermana? No me digas que por esto— señaló la foto —vas a dejar de salir a tomar algo conmigo—  me extendió mi celular y con algo de enojo por lo que había dicho fruncí el ceño.

—Julieta, no te metas en mis asuntos, ¿si?— caminé alejándome para volver a la oficina.

—¿Qué?, ¿Acaso Rian Connor está vuelto un sentimental por una nena de catorce?— gritó a lo lejos.

—Sabes que Julieta, te veo a las ocho, espérame fuera— dije para continuar caminando hacia la oficina.

Narra Annie:

—¿Creen que debería escribirle chicos?— pregunto a Allan y Hannah que estaban en el salón de mi hogar viendo películas

—No, ¿Y perder tu dignidad?. Si tanto te quiere Rian debió haberte escrito mucho antes— dice Hannah y me arroja un par de palomitas a la cara.

—¿Por qué siempre tienen ese pensamiento las chicas? No siempre los hombres tienen que dar el primer paso, escríbele Annie— dice Allan

Hannah y yo nos miramos fijamente, sabía perfectamente lo que estaba pasando por mi mente, me paré a correr en cuanto vi su intención de arrancarme mi celular de las manos, pero no lo logró pues de manera ágil me encerré en el baño y si, le escribí. Me contestó al instante con una llamada, acomodé un poco mi pelo ¡O por Dios! Si estoy hecha un desastre.

—Hola pequeña, ¿Cómo te va?— sonríe desde el otro lado de la pantalla, se veía tan guapo con su traje.

—No muy bien papi— hice un puchero

—¿Qué pasa pequeña?— dijo y se recostó un poco en su cama.

—Papi no me llamó y prometió hacerlo siempre, no cumples tus promesas— rodé mis ojos.

—Lo siento tanto amor, he estado tan ocupado todo el día, justo cuando iba a llamarte me encontré con una vieja amiga, Julieta se llama y me quitó el celular de las manos, al final salimos a tomar algo y no he tenido tiempo para hablarte bebé—

¿Saben de ese sentimiento de odio sin siquiera conocer a una persona? Pues Julieta eso es lo que siento por ti.

—Pues me enojo más, porque papi prefiere estar con Julieta antes que contactarme— dije y cerré la llamada.

Salí del baño y volví nuevamente con los chicos.

Narra Rian:

Presentía que eso pasaría, pero no iba a preferir no contarle sobre Julieta, pues comparado con Annie ella no es nada en mi vida, solo una vieja amiga. Soy una persona transparente, no tengo nada que esconder.

Es increíble la necesidad que siento de darle explicaciones a una nena de dieciséis, ¿Qué me está pasando?, ya le había marcado diez veces y no me contestó, hasta que en la llamada número once se dignó a atenderme.

Parecía lista para ir a dormir, estaba recostada en su cama igual que yo y llevaba un pijama rosado que dejaba notar sus senos perfectamente.

—¿Esas son maneras de responderle a papi?— pregunté y ella se notaba algo enojada.

—¿Esas son maneras de papi tratar a su pequeña?— dijo ella imitando mi tono de voz.

—Annie Collins no sé por qué te empeñas en llevarme contraria en todo, ahora me vas a escuchar y vas a callarte tu hermosa boquita a menos que quieras que papi se enoje ¿si?—

—Si papi— esta vez se notaba menos alterada.

—No te pude llamar porque estoy bastante ocupado trabajando, intenté llamarte y como te dije apareció Julieta, la cual no tienes nada que temer porque no me gusta la silicona y estoy bastante obsesionado con tu trasero, además ¿esas son escenas de celos?— no mostraba expresión alguna

—No estoy celosa, solo que no me gusta la idea de que mi papi tome café amargo con otras chicas que no sea yo— hizo una especie de rabieta tras decir eso y se notaba bastante tierna.

—Está bien bebé, no vuelvo a tomar café con otras chicas. Ahora, quiero compensarte por no haberte llamado, ¿Tienes sueño? Me quiero quedar la noche entera hablando contigo— ambos reímos, y nos desvelamos aún sabiendo que ella estudiaba al otro día y yo tenía que trabajar.




¡Feliz Año Nuevo! Aquí está el capítulo que hace rato que les debía, lamento mi irresponsabilidad pero para compensarles se me ocurre algo...

•¿Qué día de la semana les gustaría que actualizara? (Para no volver a tener más problemas con las actualizaciones)

•¿Qué opinan de Julieta?

My daddy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora