My daddy

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Nadie había bajado en todo el día, ni siquiera teníamos idea de donde Allan estaba metido hasta hace un rato que nos contestó el mensaje avisándole que estábamos en prisión, era un día largo. No sé si es porque extrañaba a Rian o porque había demasiada gente en casa aún.

Mi madre que estaba viendo series junto con su nueva adquisición, "una mascota" llamó a Hannah desesperadamente, esta fue donde ella y tras esto también llamó a Gael, bajé a ver que estaba pasando dejando a Rodrigo solo, así fuera de mala educación.

En las escaleras me sorprendió ver a esa mujer pelirroja esbelta parada en la puerta pidiendo una explicación y los primos algo decaídos porque su regaño al parecer ya había iniciado

—Hannah quiero que me expliques, explícame—su rostro serio me intimidó así que solo me quedé escuchando desde una esquina

—Tía ella no tiene la culpa, la culpa es mía— Gael empezó a hablar pero la mamá de Hannah la abofeteó en un abrir y cerrar de ojos, sin explicaciones, sin excusas.

Me sorprendió su acto pero Hannah no lloró, solo se quedó en silencio junto a su primo.

Unos pasos detrás de mi me hicieron creer que había sido descubierta

—¿Qué está pasando?— pregunta Rodrigo, que para nuestra mala suerte no había usado un tono de voz adecuado y había sido escuchado por todos

—Esto si que no me lo puedo creer— ríe la mujer —¿También está aquí el "amiguito"? Ósea que tú estabas involucrado en todo esto, ahora entiendo todo— habla a Rodrigo

—Disculpe señora, perdone a Hannah, nosotros somos los responsables de esto. No ella— termina de bajar las escaleras y le explica con paciencia a alguien que en este momento no escucha razones

—No tienes que darme explicaciones de la vida de mi hija, no te quiero cerca de ella— escupe firme —¿Gael y tú dónde estabas? Primo responsable, como se nota que eres igual a tu padre irresponsable, inmaduro— y un sin número de cosas que siguió diciendo pero yo ya estaba consolando a mis amigos prestándole poca atención a las palabras de esa señora

—¿Por qué mejor no te mueres?— la empuja Hannah con rabia, cosa que no pensé que se atrevería nunca, mi mamá también intentaba calmarla sujetándola pero fue en vano —¿Por qué te preocupa tanto la moral si es todo lo que no tienes?— tratamos de calmarla nuevamente, Rodrigo la sujetaba pero su rabia la podía

—Deja de armar escenas y vamos a casa— la mujer ni se inmutó con los golpes

—Rocío, creo que es mejor que Hannah pase la noche aquí, así se calma y evitan seguir peleando, hablen cuando estén más calmadas— dice Issa

—No Issa, esta mocosa se viene conmigo. Agarra tus cosas Hannah Haden—Rocío arregla su ropa tras que su hija la desacomodara y sigue viéndose tan elegante como siempre.

Toda una bruja bien vestida

Sin derramar una sola lágrima fue por sus cosas, se despidió de mi y siguió su camino junto a Gael como si nada hubiese pasado, estaba acostumbrada a que su mamá montara este tipo de escenas, por eso me extrañé cuando le contestó, realmente la había sacado de sus casillas

Cuando Hannah se fue le siguió Rodrigo, quedando finalmente sola en casa, viendo series tirada junto a mamá y su gato "Coco"

Después de un rato le escribí a Hannah, ni siquiera le llegaban mis mensajes, ni contestaba las llamadas, ni el teléfono de la casa. Me preocupé y pensé en visitarla pero esa no era la mejor opción en este momento.

—¡BUENAS NOCHES FAMILIA!— Un empujón a la puerta y una voz en un tono demasiado alto nos espantó a mi y a mamá creyendo que era un asalto, incluso Coco estaba aterrorizado

—Allan te he dicho que entres bien, me vas a matar del susto— se queja mamá

—Issa creo que ya estas vieja, no resistes una broma y ahora... ¿Un gato?— lo mira extrañado

—Hace rato quería verte, nos dejaste solos en prisión, fue muy difícil pasar una noche en prisión Allan Santiago— lo llamó por su segundo nombre sabiendo que esto le molestaba

—Por eso estoy aquí, porque me preocupo por ustedes. ¿Donde están los chicos?— pregunta al no ver a nadie aquí

—La mamá de Hannah le vino a montar una escena y se la llevó a casa, a Gael también— le resumo

—¿Por Rodrigo cierto?— Allan estaba al tanto del carácter de Rocío desde hace tiempo

—Si, a esa mujer le importa poco Hannah, solo está así porque su hija es feliz y eso le incomoda— Rocío quería de Hannah una réplica exacta de ella y mi amiga ya estaba un poco harta de eso.

—¿Puedo entrar?— una voz distante nos interrumpe

—No puedo creer que lo trajeras— ruedo los ojos al ver la silueta desde la puerta de Rian

—¡Rian!— mi mamá se para con emoción a saludarlo, tardaron un rato hablando de cosas irrelevantes, Issa le presentó su gato y él fingió agrado pero realmente no le gustaban los gatos

— No haz hablado conmigo aún, no tienes derecho a estar molesta. ¿No tiene derecho a estar molesta verdad Issa?— busca apoyo en mi madre

—No tienes derecho a estar molesta— le sigue la corriente, justo cuando pensé que yo era su hija y no Rian

—¡Mamá!— exclamo

—Nosotros nos vamos— es lo único que responde y se lleva a Allan con ella dejándonos a mi y a un desconocido en la cocina.

—Princesita— me llama con una sonrisa en su cara y yo con un semblante tan serio que podría congelar el planeta

—¿Qué quieres?—

—Explicarte, lo que nunca me dejas hacer. Quiero hablar contigo— me toma la mano

—¿Por qué no vas y le explicas a tu nueva novia?— respondo seca

—Porque solo tengo una, ni vieja, ni nueva— me atrae de la cintura —mi novia eres tú— besa mi mejilla. Me hace querer besarlo pero ya no seria mi novio, más bien mi ex y no era alguien con quien quisiera hablar en estos momentos.

—Ya no— mi tono de voz y mi cara siguen siendo firmes

—¿Ya no?— hace un puchero —¿Ya no?— besa toda mi cara una y otra vez —¿Ya no?—