R e c u e r d o s

2.2K 146 5
                                    

No se cuanto tiempo, llevamos acá, pero sea corto, o, largo, de a sentido como una eternidad.

Mi piel se apegaba a mis huesos, el hambre era colosal, lo único que me daban, eran sobras y agua en pocas cantidades.

Mi vida se basaba en comer, dormir, un tiempo en el que sólo me torturaba con argollas de plata, y haciendo me marcas como si ganado se tratase. Y ver a mi hermano sufrir, el cargaba con todo el peso y sufría mil veces más que yo.

—Despierta alimaña, hoy es el acto final.

Me intente levantar, pero efímera fue la situación, al instante caí al suelo causando odio en su mirar; me tomo y me arrastro a las malas hacia afuera de la celda minúscula en la que se basaba mi encarcelamiento por parte de esto humanos.

Llegamos al centro de todas nuestras cicatrices, y allí estaba el, mi hermano, tirado en el suelo en su forma de lobo, cubierto de sangre, y su respiración era lenta. Intenté llegar a él, pero mis fuerzas no dieron y combinado con el hombre que me  retenía, no pude hacer nada.

No pude hacer nada.

—Quiero que veas esto Stephan, observa como el futuro jefe de tu manada, muere por la mano de la raza dominante; ¡Los humanos! Y quiero que así comprendan que nosotros siempre estaremos en la cima de la cadena alimenticia pendejos de mierda.

Disparo.

Dure 5 segundos procesando lo que acababa de suceder... Lo mato.

—¡VALTAZAAAAAAAR!

Ahí fue, cuando me desmorone.
Senti como mi cuerpo se desfiguraba, algo me estaba pasando y era un sentimiento asqueroso, pero sólo sentia hambre, más que de costumbre, y olía a la preza a metros, lo observé hasta que todo dejo de doler.

No tengo palabras para lo que hice, pero la sangre no faltaba, descubrí lo satisfactorio que es desgarrar la carne humana, morder sus huesos hasta pulverizarlo y devolverlos a lo que valen... Nada.

Me acerqué al cuerpo de el, mi hermano tirado en el suelo como si no fuese nada, cuando para mi, lo valía todo.

Acaricie su cabeza con mi hocico, la brisa era fuerte y se movía todo mi pelaje, pero yo solo quería que palpitara su corazón, aunque sea una vez más.

—Valtazar... Lo lamento.— Mis lágrimas corrían sin darme cuenta, me tire a su lado y intenté a pegarme a el lo más que pude.— Por favor, no me dejes... No dejes a mamá, a papá, no me dejes... ¡NO ME PUEDES DEJAR ASÍ! ¡NI SIQUIERA TE DESPEDISTE DE MI! ¡NO ME DEJES! ¡VALTAZAR! ¡NO!

...
—¡Stephan!

Brinque por el susto, Jackson estaba mirándome fijamente y sepa Dios que quería, pero sólo podia recordar eso.

—¿En que mundo estabas?

—Solo... Estaba recordando algo.

REY STEPHAN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora