Capítulo 2

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Extrañas sensaciones

Golpeados, doloridos y cansados. Mirando al cielo en silencio, uno al lado del otro.

— ¿Qué es lo acaba de pasar? —dijo Marco con una voz calmada

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— ¿Qué es lo acaba de pasar? —dijo Marco con una voz calmada.

— No tengo idea—dijo ella.— Tal vez solo una nube que pasaba porque mira.— Apuntó al cielo a una nube negra que se desvanecía lentamente.

— Ya veo. Eso lo explica.— Guardó silencio y ambos quedaron idos viendo hacia arriba.

Continuaron así un rato, postrados en el suelo esperando a recuperar energías. El sol se ponía en la lejanía y brindaba los últimos rayos de luz. No decían una sola palabra, estaban callados pero para nada incómodos; era muy relajante.

Un rato más tarde, cuando se sintió un poco recuperado Marco pensó que ya era hora de irse.

— Bien,—Se levanta y se sienta— ¿qué dices si nos vamos? Se está poniendo algo oscuro—Tomó sus tijeras que habían caído justo al lado.

Hekapoo sale del trance y lo mira— Emmh sí, claro hay que movernos. — Se sienta también.

Marco no pudo evitar ver que su amiga tenía varios moretones por todo el cuerpo, y algún que otro rasguño también, pero lo que más llamó su atención fue el collar que colgaba de su cuello.

— Oh, eso es nuevo.—dijo él.

— ¿Mmm?

— El collar, no había visto que lo andabas.

— Ah eso, mmm bueno nuevo no, solo que no lo andaba ayer pero me lo puse hoy antes de venir.

— Entiendo.. ¿Puedo verlo?— Hekapoo asintió con la cabeza y Marco se acercó para observar.

Miró detenidamente lo que para él era algo precioso, deslumbrante y muy bello, él se preguntaba por qué no lo había notado en todo el día. Era un collar de plata fina; una cadena con pequeños diamantes incrustados alrededor y al final de ésta, un pequeño dije también de plata con forma de flama, la flama característica de Hekapoo.

Hekapoo apartaba la mirada algo sonrojada ya que la posición en la que estaban le resultaba vergonzosa.

Marco admirando aquel accesorio decidió tomarlo pero al hacerlo sintió un escalofrío repentino y un dolor de cabeza que llegó de manera fugaz.

—¡Ahh Auucchh! — se quejó llevándose las manos a la cabeza.

— ¿¡Qué pasa!? — Se sobresaltó Hekapoo.

— ¡No lo sé! Auchh! ¿Qué tiene esa cosa?

— ¿Qué, mi collar?

—Sí ¿De qué está hecho?, ¿está maldito o algo así ? Auuch!

— ¡No digas tonterías! Es un collar muy preciado para mi, no lo culpes de tu tonta jaqueca— Replicó agarrando su collar — Además desde ayer andas con ese dolor de cabeza que yo sepa, así que no levantes falsos.

Dimensión en llamasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora