Capítulo 7

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Una Cita Peculiar


—¡Auch! ¡Con cuidado!

—Marco eres un llorón.

—Claro que no ¡Auch! ¡Eso duele!

—No dolería si me hubieses permitido tratarte antes, pero no me dejaste tocar la herida en toda la semana. Se supone que para eso estoy aquí.

—Mmmm tuve mis motivos...

—¿Sí? ¿Cómo cuáles? —Marco estaba en el cuarto de Hekapoo quien limpiaba la herida con un pañuelo esterilizado.

—Mmmm como... ¡Auuch! ¡Como porque sé lo brusca que eres por ejemplo! ¡Auch!

—Oops jeje apreté muy duro, lo siento... Pásame los adhesivos de allá por favor.

Marco le pasó unas tiras adhesivas que servirían como puntos de sutura para la herida. —Por cierto Hekapoo ¿Qué tanto andas en esa mochila?

—Mmmh lo suficiente para andar siempre precavida. Tú deberías seguir mi ejemplo don trotamundos.

—Oh claro, buen punto.

—Muy bien —dijo despegando la cinta del adhesivo—, no te muevas, esto se adhiere muy fuerte y debo colocarlo con cuidado.

—Entiendo. —Hekapoo unió ambos labios de la herida y colocó el primer adhesivo.

—¡Oh! aquí están —decía Angie llegando al cuarto.

—Buenos días señora Diaz.

—Hola mamá.

—Buenos días chicos... Vaya hijo hasta que al fin te dejaste tratar esa herida eh.

—Sí verdad —contestó—. jeje ya era ho... ¡Auch Hekapoo!

—Llorón.

—Jaja sí y mucho —Agregó Angie.

—¡Mamá! ¿¡Tú también!?

—Bueno hijo eso te pasa por no dejarte tratar antes.

—Ya les dije que yo me estaba encargando.

—Ajá —dijo Hekapoo—, pero hiciste un pésimo trabajo. Tanto así que la herida se abrió más.

—Hey no es mi culpa, solo pasó.

—Jmm fuiste muy descuidado —dijo Angie—. Agradece que esta bella jovencita se preocupa por ti.

Hekapoo solo sonreía mientras seguía en lo suyo. —Sí y lo aprecio —dijo Marco sonriendo.

—Otro descuido fue haberle dicho a Hekapoo que la llevarías a conocer la cuidad cosa que aún no haces. ¿Qué pasó con eso eh jovencito?

—Mamá, ella y yo decidimos posponerlo mientras mi herida mejoraba un poco ¿Verdad Hekapoo?

—Uuyy... No sé de qué hablas —Vaciló.

—¡Oyee!

—Lo ves Marco eres un grosero —Remató Angie.

—Noo yo no... ¡Auuuch!

—Deja de moverte Marco que no puedo colocarlo bien.

—Ahhjjj ¿Qué es esto, el día de molestar a Marco? ¡Auch!

Ambas rieron. —Jajaja tal vez —contestaron al unísono.

—Ay no.

—Jaja bueno chicos vine a decirles que bajaran a desayunar. Preparé Waffles. —Justo detrás de Angie pasó Rafael con la boca atascada de Waffles—. Y están deliciosos —dijo este casi sin poder hablar.

Dimensión en llamasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora