Diferenciar entre aliados y enemigos

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Estaba dispuesta a escuchar, si bien sus manos retemblaban sobre su regazo escogió enfrentar lo que el futuro le tendía por delante, Eriol carraspeó rompiendo así el silencio y le proporcionó un par de palmadas al hombro de su amigo Allen.

—Ama —articuló el joven pelinegro, Lucy lo interrumpió con un ligero meneo de su mano.

—Les pido que no me digan ama —la maga estelar se apresuró a esclarecer la situación, no quería bajo ninguna circunstancia que ellos entendieran mal su corrección—. Me refiero a que no deseo que me vean como alguien superior —miró fugazmente a todos los presentes situados alrededor de ella—, ustedes nos ayudaron, así que somos amigos, solo llámenme Lucy.

Eriol giró sutilmente su rostro para percibir dubitativo a su amigo. Natsu de inmediato esbozó una contagiosa sonrisa depositando sus manos sobre los hombros de la rubia.

—Así es, Ella simplemente es Lucy —incitó exclamando con regocijo.

Allen asintió nervioso por el trato tan amigable que estaba recibiendo por parte de quien a partir de ese momento seria su superior. A pesar de tener deseos de refutar percibió que la gratitud se traslucía a través del fulgor de sus ojos oscuros.

—Lucy —habló lentamente Eriol.

—Lucy, sé que esta algo asustada por lo que vendrá, queremos que sepa que no permitiremos que le suceda algo —la solidez en cada palabra de Allen indujo a que Lucy pestañeara agradecida.

—Estoy segura que saldremos todos juntos de esto —comentó la maga estelar animada.

—Así es, mientras estemos todos juntos lograremos salir adelante —continuó Erza, aquel valor que trasmitía la pelirroja hizo que ambos guardianes suspiraran calmados.

—Empecemos —recomendó Eriol delineando una grácil sonrisa—. La Lagrima del Hada es una joya creada hace muchos años por una entidad desconocida para nosotros, por lo general esa joya escoge magos estelares.

—¿Por qué? ¿Y quién es quién inicio todo esto? —cuestionó Gray.

—Durante muchos años se nos instruyó para saberlo, quienes encomendaron la Lagrima del Hada fueron Kyoshi y Umi, reyes del Mundo Uno.

Los magos de Fairy Tail soltaron una exclamación en unísono, ante tal estupefacción Eriol sujetó una rama caída de un árbol y se puso de cuclillas sobre el suelo dispuesto a explicar con claridad a que evento se estaban enfrentando.

—Este mundo no es el único que existe — instruyó—. Este mundo es uno de los tantos que existen y el Mundo Uno es el primero en ser creado.

—Espera ¿Mundo Uno? En todo caso ¿Qué mundo es este? —Levy se removió en su lugar ante semejante revelación, durante su vida se había cuestionado alguna vez sobre la existencia de más mundos.

—La Lagrima del Hada fue creada en el Mundo Uno y este mundo en el Mundo Cien —el silencio de los magos le dio la posibilidad de proseguir —. Hace muchos años en el Mundo Uno el hermano de Kyoshi se revelo contra él e intentó tomar la Lagrima del Hada, esta guerra llegó hasta este mundo y desde entonces cada tiempo la Lagrima del Hada elige a un protector. Elige un mago estelar porque la Lagrima del Hada es una llave al Mundo Uno.

—Esto es realmente imposible de creer, mundos y una joya con propia voluntad que es a la vez una llave —discutió Gajeel arrugando su entrecejo.

—Créame que es cierto, todo esto ocurrió durante muchos años y esta vez le tocó a la señorita Lucy —Eriol abandonó la rama observando sus garabatos.

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