1.

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"No podía pensar con claridad en ese momento, sus sentidos estaban todos puesto en una sola cosa, disfrutar.

Kanon frente suyo y Saga detrás, ambos besandolo, acariciandolo. Él tratando de responder en igual manera a ambos hermanos, disfrutar de los dos, aunque le costara. Seguía sin creer que algo que comenzó con un simple juego, una simple broma, terminará así con los tres embueltos en su mundo, perdidos en su propio placer.

Saga pego su espalda a su pecho, mientras besaba lo más que podia de su cuello, mientras que su gemelo terminaba de retirarle la ropa. ¿En que momento se habían desnudado esos dos? No le importaba, ni siquiera que fueran dos años mayores que él.

Sentia caricias descaradas por todo su cuerpo, sus manos tocando cada parte de su ser.

- Oh rayos, no pongas esa cara que me existas más.

- ¡Ca-callate, maldita copia pirata!

Hubiera seguido insultandolo a todo lo que daba su voz, pero fue callado por los labios del gemelo menor. La risa coqueta de Saga en su oído no lo ayudaba demasiado. Siguio regalandole sus gemidos sin reprimirlos que salieran al volumen que quisieran, que importaba que los escucharan.

Sintio una mano en su miembro y otra acariciando sus glúteos, jamas se sintió tan vulnerable en su vida. Un gemido mucho más alto salio de su garganta cuando Kanon decidió torturar con su boca uno de sus pezones, mientras seguia jugando con su miembro. Saga tras suyo, le besaba el cuello y soplaba en su oreja.

- Veremos cuanto aguantas.

Eso le había sonado a amenaza, la primera que le gusto escuchar en su vida. Esos dos hombre que tenia solo para él lo hacian disfrutar como nunca antes y nadie había logrado, no, si hubo una persona que lo logro antes que ellos, sus cabellos aguamarina se venían a su memoria. Pero ahora se veía opacado, ambos hombres haciendolo tocar el cielo.

- Creo que ya estas listo, ¿Tú que dices Kanon?

- Has los honores Saga.

Sabia lo que seguía, si estuviera en su sano juicio los hubiera detenido, o por lo menos recordado dos cosas importantes que se les estaba olvidando. Saga lo acomodo sobre la cama de tal manera que quedara arrodillado, con el trasero en alto una vista bastante interesante. Sintió sus manos recorrer su cuerpo un vez más, volver a meter sus dedos en su interior asegurandose que la dilatación fuera suficiente.

Algo reemplazo a sus dedos, lo sentía moverse de una lado a otro, hacia arriba y hacia abajo. Vio apenas como Kanon se tocaba mientras su gemelo lo poseía.

- Los quiero... a los dos.- los mayores lo miraron sin poder creerlo- Ah... No me miren así par de imbéciles... bien saben, ¡Ay, Dioses Saga! ... ¡Que no es mi maldita primera vez!

Kanon volvió a besarlo mientras se le acercaba y acomodaba sus piernas en sus hombros sin sacar el miembro de su hermano de su interior, algo un poco incomodo que sabia disfrutaría.

Ambos dentro suyo, llenandolo como nunca antes. Dolió más de lo que imagino pero eso duro poco, lo que venia después serian una sensación que no olvidaría nunca de los nunca. Los dos moviéndose a su propio ritmo, subiendo y bajando, aveces mordiendo su cuello, jalando sus pezones, marcadolo de todas las formas posibles. Al otro día tal vez no caminaría, valdria la pena.

- Oh Milo, apretas demasiado.- recibió un golpe en el muslo

- ¡Cállate, y sigue moviéndote. Dioses!

Ya no sabia cual de los dos le hablaba solo que el orgasmo se acercaba cada vez más, lo veía llegar estaba muy cerca, pero esos gemelos del demonio decidieron salirse en un ultimo minuto cambiarlo de posición y volver a entrar alternándose. Quería golperarlos, eran unos malditos abusivos.

Se corrió sin darse cuenta, Saga maldecía y agradecia al mismo tiempo al sentirse succionado por el reciente orgasmo del griego menor. Unos cambios más y ambos hermanos acabaron dentro suyo.

Había quedado satisfecho con ellos, pero le hacia falta alguien más. Cuando volvió a su casa aprovecho que su mamá se preocupaba por la salud de su padre para tomar a su hermano mayor de una mano y terminar su fiesta con él. Fue una noche demasiado movida.

Con el paso de los día se arrepintió de tanta acción"

Ahora miraba el test de embarazo entre sus manos sin poder creerlo esto era malo, demasido malo. Su hermano lo haría picadillo a penas se enterara a él y los otros dos, ni decir su madre ya podía ver una lapida con su nombre.

Después de todo era su culpa en parte por no negarse, por seguirle el juego a esos gemelos, por olvidarse por un segundo que podía concebir, traer vidas al mundo, cuando lo recordo era demasiado tarde. Ademas ninguno de ellos se acordó del odioso preservativo, si lo hubieran utilizado no estarian pasando por esta situación ninguno de los tres, pero debía admitir que esa experiencia la había disfrutado como ninguna y de solo acordarse le daban ganas de repetirlo.

Negó ahora debía concentrarse en no morir en manos del hombre que lo trajo al mundo, o las de su amado hermano mayor. Seria nueve meses muy largos. Se armo de valor, era hora de enfrentar a la fiera comedora de manzanas.

El que estaba en la sala de la casa, junto con su hermano, trago saliva no se venia nada fácil ahora que su padre no podía defenderlo.

"Oh, rayos papá... si no murió en ese accidente, le dará un infarto cuando habrá los ojos"

Comenzaba a sentirse culpable antes de tiempo.

- Mamá.

levanto el test de embarazo, ante la mirada sorprendida de Kardia y la horrorizada de Camus.

- ¡Con un demonio Milo!

🔥🔥🔥

Holaaaaaa!

Comenzamos con esta cosita bella al fin🎉🎉

¡Primer trío que escribo completo en mi ya no tan santa vida! Espero que no me haya quedado tan charro xD

Un detalle que demás se dieron cuenta pero igual se los digo ¡Dégel pudo ukearse a Kardia! 😃

ScorpioNoMilo.💕

¿Quién es el padre? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora