23.

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No sabia que hora era exactamente, llevaba largo rato tratando de dormir pero sus renacuajos se habian empeñado en no dejarlo. No estaba seguro si eran los dos o solo uno quien se movía tan brusco, ya queria agarrarlo de una oreja y pegarlo a la pared para que se quedara quieto.

- Si la mejor madre del mundo...

Se cubrió los ojos con un brazo al mismo tiempo que se reía por la estupidez que habia dicho, sus abuelo querrían colgarlo a él por solo pensar en hacerle eso a sus bebés. Definitivamente no tendría más hijos después de ellos dos, a menos que Camus o alguno de los gemelos quisiera ser la fabrica la próxima vez. Ya que no podía dormir haría que alguien más no durmiera esa noche. Se levanto de la cama como pudo, cada vez se le hacia más difícil el moverse; otra razón para que salieran pronto de su interior, ni tan pronto tampoco quería que la historia de su abuelo Krest se repitiera.

- Ya saben hijos de mi, se quedan ahí por lo menos hasta los ocho meses no se les ocurra salir antes.- una patada fue su respuesta, no supo si interpretarla como una afirmacion o un reto, si se parecían a él posiblemente era un reto.

Cruzo el pasillo que lo separaba de la habitación de Camus, dormía tan tranquilo que le daba envidia, en otro momento lo había dejado descansar pero ahora quería que alguien sufriera con él. Aparte que deseaba hacer algo que llevaba días pensandolo, incluso investigo para saber si era seguro, no lo hacia ni para los trabajos de la Universidad.

- Cam...- como pudo se subió sobre él sin aplastarlo demasiado, se acerco a su odio.- Camus.

El mayor hizo un sonido parecido a un quejido. Sonrio con una pizca de maldad. Lo destapo sin que se diera cuenta, comenzo a besar su cuello y parte de su pecho logrando que se moviera incomodo pero sin despertar todavía.

- No sé como tienes el sueño tan pesado.

Se acomodo de nuevo, subiendo su polera de dormir lo más que pudo dejando su abdomen al descubierto. Paseo su mano derecha con cuidado disfrutando de lo suave de esa piel, como deseaba hacerlo suyo alguna vez, ya se lo cobraría una vez que nacieran sus renacuajos. Se dedico a dejar besos en cada rincón de piel que encontrara, no dejaría ningún lugar sin besar. Jugueteo un rato con su obligo y Camus comenzó a suspirar entre sueños, decidio acelerar las cosas metio su mano izquierda entre los boxer del mayor para tomar entre sus manos esa virilidad que conocía tan bien, al mismo tiempo su boca se apodero de uno de los pezones, el que mordió con algo de fuerza logrando al fin despertara su objetivo principal.

- Milo ¿Que estas...?

Lo calló con un beso rapido.

- Camus, Camus. Han sido meses sin nada de nada, se un buen hermano mayor y complace a tu hermanito.

- No es p...

- ¿Peligroso? Claro si lo haces como loco lo será, pero si eres cuidadoso nos gustara a los dos Camie.

Trago saliva, había usado la voz que lo hacia caer en sus encantos. Embarazado y todo pero seguía siendo su tentación más grande. Definitivamente Hades debía tener un lugar más que listo para él en el inframundo. Milo se habia encargado de despertar su lujuria y no planeaba quedarse con las ganas.

Lo acostó en el cama con el mayor cuidado que pudo.

- No vayas a arrepentirte después.

- Jamas.

~•~

Dos semanas, dos malditas semanas le tomo encontrar un turno que coincidiera con el de Seraphina pero no con el de Dégel, algo muy dificil de conseguir los tres tenian turnos muy parecidos. Hoy era su oportunidad de oro y no iba a desperdiciarla.

Antes de que terminara su hora de colación llamo a la enfermera a su consulta. Ella lo miraba algo nerviosa y mucha razón tenia para hacerlo; Dégel le había contado cada uno de sus intentos de coqueteo los que ignoraba por completo para que lo dejara en paz de una vez por todas.

- Supongo que sabes para que te llame.

- La verdad no.- trato de hacerse la desentendida algo que le salio muy mal y enojo más al mayor.

- ¿Hace cuantos años nos conocemos Seraphina?

- 24 años creo. ¿Por qué?

Kardia se sentó porque ya no soportaba estar de pie, comenzaban los síntomas del embarazo y parecía que este iba a ser peor que los anteriores.

- Bien, entonces sabes como soy y de lo que soy capaz cuando se meten con los que amo.- se recargo en el escritorio, dándole una sonrisa que a ojos de Dégel seria hermosa pero a ella le daba miedo- si no te queme viva por utilizar a mi hijo mayor y que este se dejara fue más que nada por que Dégel me lo pidio. Pero ahora las cosas cambian pequeña serpiente de mar.

- ¿Que quieres decir?- retrocedió un paso ¡De él podia esperarse cualquier cosa!

- Quiero decir...- se levanto para acercarse despacio- que te estoy dando una oportubidad de dejarlos tranquilos por tu propia voluntad si no lo haces, imitare las técnicas de un famosos asesino del que ahora no me acuerdo el nombre: voy a cortarte en trocitos pequeños, meterte en una bañera, rociarte con ácido y tirarte por la cañeria. Sabes que no, eso es demasiado piadoso para ti, mejor te agarro de tus lindas extensiones y te arrastro por todo el hospital para que sepan la persona que eres. 

Disfruto unos segundos el rostro de pánico que tenia la mujer frente suyo. Lo primero nunca lo haría porque no quería caer en la cárcel si lo descubrian pero de lo segundo si era capaz y lo disfrutaría como nunca en su vida.

- Puedes irte.

No lo dudo ni un segundo, salio casi corriendo de ese lugar. Esa conversación duro el tiempo suficiente para que las malditas nauseas lo volvieran a atacar, ya ni sus amanda manzanas podía comer tranquilo aveces.

- No le quedaron ni ganas acercarse... Dioses, y yo que pensé que el embarazo de Camus fue difícil. Mis respetos bebé superaste a tus hermanos.

🔥🔥🔥

¡Los deje con las ganas! 😆 lo siento pero a medio lemon me arrepentí, me dio un no sé qué 😅

Mi conciencia: Lo dice la que traumo a Escorpión y Acuario.

😅

¡Ya era momento de que Kardia pusiera en su lugar a Seraphina!

ScorpioNoMilo 💕

¿Quién es el padre? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora