Demonio.

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Cuando lo conoció, creyó estar viendo a un guerrero innato, alguien rudo capaz de hacerte sentir seguro hasta en los momentos más difíciles, el tipo de persona que aún sin conocerte seria capaz de protegerte. Siempre lo había admirado desde lejos, corrían fuertes rumores que ese hombre que a él le parecía un guerrero fiero para los demás daba terror. Esos rumores eran esparcidos por quienes  habían tenido la mala suerte de toparse con su lado más salvaje, el lado cruel,  por el cual lo llamaban "Demonio" algo que a su parecer no era así.

- Otra vez mirando a mi gemelo desde lejos.

- Aspros.

- Si te vas a acercar hazlo pronto, ya se dio cuenta de que lo miras.

¿Tan obvio era? Si debía serlo, con alguien tan atrayente como ese bello moreno era imposible que sus miradas pasaran desapercibidas. Quería conocerlo mejor y de cerca, verificar con sus propios ojos si en verdad poseía esos colmillos aterradores que decían los rumores, ese mal carácter y nada de paciencia, lo que para cualquiera seria motivos para alejarse a él le atraía.

Ni cuenta se dio cuando Aspros lo dejo solo para irse a coquetear con Chris. Se levanto de su lugar, dispuesto a hablar con Deuteros, aunque en ese momento estuviera mas rojo que un tomate solo por pensar en tenerlo cerca, las manos le temblaban y podía jurar que sentía su corazón saltar con fuerza en el interior de su pecho. Cuando estuvo a unos metros de él, se arrepintió y salio corriendo en dirección contraria, esperando que no se haya dado cuenta, cuando era más que obvio que lo había hecho.

Deuteros solo lo vio irse, le costaba creer lo que su hermano le decía, que traía loco a ese rubio del que ni sabia su nombre, solo que parecía un ángel que se le había perdido al cielo.

~•~

Las cosas siguieron así por un tiempo, ninguno los dos se atrevía a hablarse, uno porque la valentía se le iba al momento de tenerlo cerca, y el otro al creer que le temía como casi todos los demás. Por supuesto ¿Que iba a hacer un ángel con un demonio? Además apenas sabia como se llamaba, su gemelo tenia mucho contacto con él pero nunca le pregunto nada. Camino a su casa se encontró con lo único que botaba todas sus barreras de tipo rudo de inmediato, un animalito herido, un pequeño cachorro de no más de dos meses con una de sus patitas lastimadas. Suerte que estudiaba para veterinario, sabia como atenderlo.

Sin importarle que la gente lo quedara mirando raro, se sentó en la acera con el pequeño entre sus piernas dispuesto a curar su herida y de ser posible llevarlo a su casa.

Asmita lo vio desde lejos, creyó que algo le había pasado por lo que se acerco encontrándolo con el animalito en brazos. Mirando esa escena, de como lo cuidaba, en ese momento se dio cuenta de que el apodo de "demonio" que tenia estaba muy equivocado, era incorrecto para él, era mucho más que solo ese lado salvaje que conocía la gente. Cuando se dio cuenta de eso su corazón latió mucho más fuerte, y el valor de hablarle volvió a él.

Aunque las manos aún le temblarán y su rostro estuviera todo sonrojado, se le acerco.

- Hola.

Deuteros apenas escucho su voz, sintió que no necesitaba nada más que tenerlo cerca, trato de sonreírle sin asustarlo, era muy probable que conociera cada cosa estúpida que se decía de él en la universidad, solo por defender a alguien de una golpiza que pudo enviarlo al hospital. Era un Demonio si, pero uno que no le gustaban las injusticia.

- Hola.

Ninguno nunca creyó que ese pequeño cruce de palabras los llevaría a una relación que sorprendió a muchos. Asmita era codiciado por muchos, más de uno quería ser su pareja y nadie imagino que quien se ganaría su corazón seria ese demonio despiadado. Era raro hasta para ellos mismos, nunca se imaginaron en una situación así y tan pronto, pero las sorpresas  comenzaban a llegar  a su vida y la más grande seria la más inesperada también.

Hace casi dos o tres meses que su bello loto estaba con malestares, casi lo obligo a ir al medico no quería que nada malo estuviera pasándolo y era mejor asegurarse. Casi se cae al saber la verdad tras esos malestares.

- ¿Voy a ser tío?- ni su gemelo se creía, él mucho menos- ¿¡Tan pronto!?

Aspros casi lo ahorca de la emoción, si tan solo pudiera procesarlo tan rápido como su hermano. Quien lo diría el llamado Demonio aterrado por ser padre, no, aterrado por creer que no seria uno bueno, ni siquiera tenia casa propia y ya estaba trayendo niños al mundo.

Sus preocupaciones aumentaron al saber que serian dos no uno, esperaban gemelos.  No sabia que hacer y Asmita se daba cuenta de sus dudas.

- Deu.

- Estoy bien, tranquilo.

Lo conocía lo suficiente para saber que esa era una mentira, sabia que algo lo atormentaba y que tenia que ver con esas personitas que crecían dentro suyo. Fingió creerle y lo hizo acomodar su cabeza sobre su abultado vientre con cuidado, para sintiera a sus hijos moverse, acariciaba sus cabello con una mano.

- Seras un padre excelente, no lo dudes. Su llegada fue inesperada lo sé, somos jóvenes aún pero tenemos la suerte de que nos enseñaran a cuidar de nuestros hijos, y tu más que nadie esta capacitado para eso, me has amado y cuidado por dos años, los más hermosos de mi vida y estoy seguro que los cuidarás a ellos con la misma dedicación.

El silencio reino unos segundo, pero el rubio sabia que su amado Demonio solo estaba sorprendido por lo que le dijo y por las pequeñas patadas que podía sentir.

Ese día se prometió cuidarlos lo mejor que pudiera. Tanto a sus hijos como ese bello loto que por nada del mundo quería que se fuera de su lado. Se levanto de sus piernas solo para acercase a su rostro y darle un beso, el que sin palabras le decía lo mucho que amaba a los tres.

🌋👱

¡Se nota cuando me encanta una pareja! Me voy a lo cursi muy fácil 💕

Aquí esta un poquito tarde el extra de esta hermosa pareja, de la que espero algún día escribir algo para ellos solitos 😍👌

Bellezas mías así nos despedimos de esta historia, cuando saque la precuela  les avisare por aquí.

ScorpioNoMilo 💕

¿Quién es el padre? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora