9.

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Amaba las noches lluviosas ¡Pero no así! No llenas de relámpagos y rayos del mal que no lo dejaban dormir por el ruido y el miedo que le daban.

- Cosas del demonio paren de un vez.

Un nuevo rayo cayo, logrando que saltara cama abajo listo para salir corriendo y refugiarse con alguien de su familia ¿Con quien? Kardia le diría que ya estaba muy grande para dormir con ellos, que fuera valiente. Solo tenia una opción a la que recurria cada vez desde que cumplio los 12 años.

Casi corrió a la habitación de su hermano, rogándole a los Dioses que no cayera un nuevo rayo o trueno sino despertaría a todos con sus gritos de susto. Llego a su destino abriendo la puerta con cuidado de no despertar a Camus. Como lo envidiaba dormía como si afuera no estuviera deluviando.

Se le acerco despacio viendo al muy maldito descansar como si nada, no era tan malo como para tirarse encima suyo pero si un rayo lo asustaba ¡Se iba a olvidar de todo y lo aplastaría! Por suerte no paso y pudo acostarse junto a su hermano mayor sin problemas o asi fue hasta que el cielo volvió a sonar con fuerza.

Camus sintió como algo se aferraba a su cuerpo con demasiada fuerza. Abrió un ojo apenas topándose con unos cabellos azules inconfundibles para él, ya se imaginaba lo que estaba pasando. Abrazo con fuerza a su hermanito teniendo cuidado de no aplastarlo demasiado.

- Tranquilo, ya vas a ver que se detendrán pronto.

- No se han detenido en toda la puta noche, no creo que lo hagan ahora.- volvió a aferrarse a Camus cuando el una fuerte luz ilumino la habitación- ¡Lo ves!

- Ya al menos déjame dormir.

- Que malo eres Camus.

Normalmente esa frase vendría acompañada de un golpe o algo por el estilo pero esta vez no hubo nada de eso, solo sintió como Milo lo soltaba y trataba de levantarse. Quiso golpearse a si mismo se le olvida lo raro que andaba por culpa del bebé. Antes de que se fuera lo tomo por la cintura evitando que lo dejara solo.

- Perdóname Milo, no quise ser malo...- no obtuvo respuesta pero si una idea- Quédate aquí conmigo sino no podrás dormir esta noche.

- ¿No te molesto?

Vio su carita media triste gracias a un relampago, le sorprendió que no se asustara con ella. Toda su atención estaba puesta en su persona lo de afuera ya no le importaba. Volvió a rodearlo con sus brazos para acostarse juntos en la cama.

- Tu nunca podrías molestarme de verdad.

A la mañana siguente Kardia encontró a sus dos hijos en la misma habitación como cuando eran niños y había una noche de tormenta. De golpe noto que ya no eran sus bebés, ahora eran casi adultos, uno pronto lo haria abuelo pero para Dégel y él seguirían siendo esos pequeños niños que tanto amaba, los que les sacaban canas de todos los colores posibles a ambos.

- ¡Hey, a desayunar!

Rió con ganas al ver el susto que se llevaron sus hijos.

El resto del día paso casi normal para todos menos para Milo, la hora de la verdad se acercaba y sabia por experiencia propia que la reacción de su madre no era nada comparada a la de su papá, ya temia por la vida de los gemelos y más por la de Camus si alguna vez se llagaban a enterar de esa parte de la verdad. Trago saliva.

A un mes del despertar de su padre creía que estaba listo para saberlo todo. Ya le había dicho a Kardia que estuviera preparado en caso de cualquier cosa.

Hoy arderia Troya, Esparta gritaria y Asgard se quedaria sin hielo ¡La bestia seria desatada! Y no había nadie capaz de controlarla.

- Papá, tengo que decirte algo.

Dégel no era tonto, lo había notado raro en ocasiones, esquivo y hasta un poquito más gordito, esperaba que no fuera lo que se imaginaba sino ya se estaba planeando como torturar al culpable.

- Dime Milo ¿Que seria?

La sonrisa que portaba en su rostro en vez de darle confianza le daba terror, ya le estaba diciendo "hola" al internado en Meteora.

- Es que... - respiro para tratar de calmar sus nervios o por lo menos que no se le notarán tanto.- Vas a... ser abuelo.

Soltó de una vez por todas, ya podía ver que le llegaba un objeto volador no identificado a la cabeza, pero eso no paso abrió un ojo con temor al enojo de su padre, se encontro con una seriedad que nunca antes le había visto, y esa frialdad en sus ojos no le ayudaba en nada, ya podía ver como le caía una tonelada de nieve encima.

Si era lo que se había imaginado, quería hacer puré a quien sea que se atrevió a tocar a su niño, ahora ¿Donde demonios estaba el culpable?, ¿Por que no lo tenia emfrente haciéndose responsable de sus actos? Ni sabia quien era pero ya lo estaba odiando por no estar ahí. Alto si había alguien más frente suyo no solo Milo, ató cabos y su ceño se frunció asustando a su hijo menor.

- Dime que el padre no es Camus.

Camus se atragantó con su propia saliva, Milo se puso más palido que un papel. No sabia que responder, ¡Sabian que esto podía pasar! A Dégel era muy dificil hacerlo tonto no le sorprendía que se haya dado cuenta de esa posibilidad, si que lo dijera como si nada, y no que preguntara sino que fuera casi una afirmación.

- ¿Que?...¡No, no ,no!... él no...

- ¿Entonces quien?

Este hombre iba a darle infarto ¡No lo dejaba pensar! Su puso aun más nervioso. Esa reaccion tan asustado ablando el corazón del francés, con algo de esfuerzo y ayuda de unas muletas logro ponerse de pie para acercarse al menor para tratar de calmarlo.

- Milo, tranquilo respira. Que entre más te estresas o te pones nervioso peor le haces al bebé.- ahora si le sonrió con el cariño de siempre, tampoco queria que algo malo le pasara por culpa suya- Dime ¿Quien es?

- Ese es el problema no sé quien es.

Dégel se sintió un poquito decepcionado ahora tendria que esperar a que su nieto naciera para saber a quien torturar.

- ¿Quienes?

- Saga y Kanon Goumas.

🔥🔥🔥

¡Casi los descubreeeen! 😱

Feliz año nuevo adelantado mis bellezas ¡Nos vemos el próximo año! 😃 (chiste culio fome 😅)

ScorpioNoMilo 💕

¿Quién es el padre? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora