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Park JiMin.

Otro día más pasó, Jin no parecía tan animado al estar en el trabajo, tampoco hablamos mucho y en la hora del almuerzo él decidió alejarse, poniendo de excusa que quería un momento a solas. Yo, claramente se lo di.

Por el momento solo estaba tomando un poco de agua, había olvidado traer dinero para mi almuerzo, por lo que me vi en la obligación de contar los centavos que serían para el autobús y utilizarlos, quedándome con la única opción de ir caminando a casa.

Muchas personas continuaban entrenando o descansando, al igual que yo, para tomar agua.

Estuve tan distraído que en ningún momento me percaté de la persona que se había sentado en el suelo junto a mi.

-- Deberías comer más, estás muy delgado. -- Casi salto del susto al escucharlo y mucho más al verlo. Estaba sonriendo y me extendía un táper que al parecer contenía comida.

Me negué a recibirlo, no quería, ni tampoco gustaba ser objeto de lástima.

-- No, gracias. -- Me iba levantando cuando él con un rápido movimiento me regreso a mi sitio. Sus entrenamientos estaban mejorando y su fuerza aumentando.

-- Toma. Prometo no cobrarte nada. -- Y eso fue un golpe bajo para mi. Muchas personas veían a los indigentes o gente de bajos recursos con lástima, nos veían como dependientes que prácticamente necesitaban ayuda... pero yo no era así. A mi no me gustaba causar lástima y creo que mi orgullo me impedía ser el objetivo de los "buenos samaritanos"

-- No tengo hambre. -- Dije firme en mi decisión. Jungkook miró el táper y luego a mi. Parecía hacer una comparación, pero al mismo tiempo parecía decirme indirectamente que lo tomara.

-- Tengo que seguir trabajando. Lo siento. -- Un suspiro lleno de frustración y enojo salió de mis labios y estaba a punto de colocarme de pie y tomar un trapeador para seguir, cuando...

-- Quiero ser tu amigo... -- Empezó por decir, sin embargo, esas palabras las había escuchado muchas veces y ya estaba cansado de tener que ser engañado.

Lo ignoré por completo y comencé a caminar lejos de él, pensando que ya me había alejado lo suficiente como para recuperar algunos minutos de mi descanso.

-- Quiero ser tu amigo. -- Insistió y al verlo delante de mi con el táper en sus manos caí en cuenta de que no podría descansar. -- Siento tanto haberte sorprendido de esa forma y por encima de todo, haberte hecho recordar tu pasado. Enserio lo siento.

Bajé la mirada y cerré mi diestra en un puño.

Cierto que había sido algo muy malo recordar aquellos momentos en el orfanato, pero tampoco es como si eso me hubiera molestado. Era parte de mi pasado, esas instalaciones y esos niños que crecieron conmigo forman parte de lo que ahora soy y en verdad no me molesta aquello, sin embargo, en vez de decirle mis opiniones, preferí tomar el táper y caminar lejos de él, para ser exactos, en una de las esquinas del gimnasio, aquella que se encontraba detrás del ring de pelea.

Casi pude imaginarme la sonrisa de Jungkook al recibir su pequeña ofrenda de amistad.

Después de todo, necesitaba un amigo.



Hermoso★ KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora