35❁

79 10 0
                                    


Jeon JungKook.

Aquel día lo quise llamar, mi teléfono estaba en mano, incluso su número ya había sido marcado, lo único que faltaba era presionar el botón y esperar a que el contestara... no lo hice. Borré el número Y apagué el móvil.

El entrenador me aconsejó no pensar en nada más que derribar a mi contrincante, sin embargo no le hice caso. El dolor de cabeza me había estado atormentado desde la primera lucha que tuve al llegar, en esa oportunidad tuve un rival un tanto difícil, él me golpeó hasta el final y yo caí; no recuerdo mucho, solo que me levanté y continué con la pelea hasta ser el vencedor. Mientras que en otra parte de mi cabeza seguía Jimin, habíamos terminado mal, sin embargo yo lo seguía amando. No quería perderlo.

-- ¡Concéntrate! -- Repitió el entrenador antes de dar unas palmadas en mi hombro hacia el ring.

El chico era mucho más musculoso que yo, más eso no significó que ya tuviera la lucha ganada. Claro que no. Yo  quería ganar y ganaría lo antes posible para así regresar con Jimin y solucionar todo este problema, incluso dejaría este trabajo para mantenerlo tranquilo, para ya poder descansar.

Un golpe certero fue a parar en mi rostro y no tardé en retroceder algunos pasos por la fuerza con la que este fue lanzado.

Algunos hombres gritaban, otros sonreían y uno de los últimos amigos que había ganado, solo se preocupó, lo noté en su expresión.

En ese momento pude sentir el sabor metálico de la sangre, pero no me rendí, traté de darle con todo; sin embargo, él me esquivó y casi termino cayendo.

No sabía que hacer, los rostros se me hacían confusos, las voces por igual, incluso todo se estaba volviendo borroso.

Cuando me di la vuelta para enfrentarlo, otro golpe me llegó. Traté de mantenerme en pie, pero estaba fuera de mi. Ya no sabía lo que estaba ocurriendo a mi alrededor.

Las voces dejaron de escucharse, la sangre comenzó a caer de mi boca y el dolor de cabeza incrementó... Sin embargo nunca deje de pensar en Jimin. Siempre lo tuve presente, incluso en el momento en el que todo se volvió negro, teniendo como último panorama su sonrisa, la que me obligó a sonreír, a pesar que todo estaba oscuro.

El dolor de cabeza aún no lo podía sentir, pero ya me encontraba tranquilo. Jimin estaba a mi lado.












El siguiente capítulo es el final.

Hermoso★ KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora