Este capítulo está dedicado con mucho cariño a: PaolittaSarmientoDia
CAPÍTULO DIECISIETE... [Nunca imaginé que llegaras tan lejos].J A Y D E N P O V
Estaba siendo muy suave con Helena, siento que fui manipulado por ella. Quería que Helena me mirase como miraba a Chase Martínez, que me besara sin ataduras. El deseo que sentía por la chica era algo abrumador.
No quería hacerle daño a Helena, no quería lastimarla y que terminara odiándome más. Pero como he dicho antes ya no podía detenerme.
Mi obligación era protegerla así como ella misma me había gritado. Que ese día estuviera elevado no significaba que no recordase las cosas. Mi obligación era educar a una chica obediente, de buenos valores, que fuera pura hasta su matrimonio. Pero ya me la había comido yo una y mil veces y no me arrepentía ni un solo instante.
Quería a Helena solo para mí.
—¡Joder muchachito, quítate ese plástico! —Muchachito, me reí al escucharla decir aquello.
De muchachito no tenía un pelo. Y que equivocada estaba aquella mujer si creía que me quitaría el condón. Con la única persona que lo hacía naturalmente era con Helena. No tenía muchas ganas, la mujer llegaba a chillar como una cerda y toda la excitación se me había ido del cuerpo. Saqué mi pene de la mujer con desinterés y me empecé a vestir. A la única que quería follar ahora era a mi princesa.
—¿Qué fue esto? —La mujer era muy madura, se río y empezó a vestirse también.
—Que no me provocas una mierda, Miryam. —Miryam era nada más y nada menos que la madre de mi mejor amigo, Ian.Me va a matar cuando se entere que me he llegado a coger a su madre más de 3 veces.
Corregir.
Someter.
Ser el amo.
El hombre arriba y la mujer abajo.Algunas de las palabras que jamás olvidaré.
Que Helena me rechazara y me desobediera me hacia enojar, pero también conseguía hacer las cosas más divertidas. Así conseguía causarle miedo y tenerla por siempre a mi lado, aún si reaccionara y notara que esto no es normal.
Mi teléfono empezó a sonar y vi el nombre de la maestra de Helena. Con está mujer tenía cuentas pendientes. Tomé el móvil.
—Jayden Macall. —Saludo.
—Buenas tardes señorita Mayer. —Mi tono de voz fue lo que todos podrían definir como encantador y educado.
Nadie me conocía bien afortunadamente.
—¿Se ha enterado de lo que pasó con Helena? —pregunto con una voz monótona. Ya no le iba a creer nada de lo que dijera.
—¿Qué hizo ahora mi hermana? —pregunté con falsa preocupación.
—Han corrido rumores de que se ha enrollado con el joven Martínez. —soltó alterada, yo sonreí, al parecer la mujer no sabía el aparente chisme por completo. Para mi fortuna y más para la de Helena no llegaron a follar, la hubiese matado—. Usted ha pedido ser informado y yo...
—Gracias por avisarme, mi hermanita es muy torpe —sentí su sonrisa del otro lado, yo apreté los dientes. Era cierto lo que Helena me decía, solo quería más dinero y hacer que castigara a mi princesa—. Le daré el dinero por adelantado, ¿puede venir a mi club ahora mismo señorita Mayer?
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JAYDEN "Tu deber como mujer" ©
Ficción GeneralA Helena le han enseñado que siempre debe mantener la boca cerrada, que no debe discutir lo que piensa, que solo debe callar y obedecer. Que los hombres son un ser superior y que ella debe hacer lo que le piden; pero entre el miedo y sus ganas de se...