JAYDEN "Tu deber como mujer" ©

🥀 6. Un poco de Jayden 🥀

CAPÍTULO SEIS... [Un poco de Jayden].

J A Y D E N    P O V

Helena dormía tranquila, esa tranquilidad solo se la veía a la hora de dormir. Era muy tarde ya, más de media noche, se había dormido en el sofá mientras veíamos una película, ella con la cabeza en mis piernas y yo le acariciaba el cabello, observando lo bella que era y la tranquilidad que la rodeaba a la hora de cerrar sus ojos.

No quería hacerle daño, pero no podía detenerme. Lo que hacía era en honor a mi padre, él me había enseñado y aunque ya no esté más con nosotros, yo debía hacerlo sentir orgulloso. Eso hacía un buen hijo, un buen hombre. Estaba haciendo mal, no soy un inconsciente, pero Helena me hacía enojar, ella sabía que no me gustaba que hablara con Chase, que tardara en llegar a casa, que me robara, que muy a parte de todo aquello; no quisiera obedecer y entregarse a mí. Le resultaba tal vez enfermo acostarse con su hermano, pero la chica era quien me complacía, ninguna puta en la calle me hacía sentir como mi princesa.

Que le estuviese haciendo daño para buscar mi placer me dolía, era mi niña pequeña, yo debía protegerla, pero una vez que empecé ya no pude detenerme. Que Helena fuera solo mía me llenaba del amor que me faltaba. Me hacía sentir menos sufrimiento. Por instantes olvidaba los problemas y me centraba en ella, ya no estaba el sufrimiento porque mi padre no estuviera.

Y quería hacerlo sentir orgulloso.

Desde pequeño había protegido a Helena y nunca la había visto con otros ojos, a veces resultaba fastidiarme su voz chillona, su actitud de niñita pequeña, hasta sentía un poco de asco por ella, no era una niña fea, pero no podía verla con otros ojos siendo una niña y siendo mi hermana. Esos eran mis pensamientos de pequeño.

Un vez mi padre había llegado a casa muy molesto. Traía a Helena del brazo y la había empujado en la sala, ella había caído al piso y lloraba mucho.

—¡Está niña será una zorra! —gritó enojado y yo me asuste, ya podía imaginarme a mi hermana—. Tiene 10 años y ya es una maldita zorra.

—¡No trates así a mi hija! —Julie había gritado molesta e intentó acercarse para levantar a Helena.

—Da un paso más, Julie, y te vas arrepentir —mi padre la amenazó y señaló con el dedo. Estaba rojo y casi votaba chispas.

Yo miraba la situación en completo silencio, ver a Helena tirada en el piso mientras lloraba, posiblemente sin entender nada, a mi padre gritar colérico y a mi madre estática del miedo por las palabras que había soltado mi padre me causaba una opresión. Mi padre se quitó el cinturón, y su mirada se dirigió a la mía tras notarme atento a lo que ocurría.

—Ven aquí Jayden. —No me levanté, lo miré de manera seria sin mover un solo músculo.

Sabía lo que quería hacerme hacer. Ya mi padre me daba aquellas largas charlas sobre como educar a una mujer y como hacerles saber que quien mandaba era el hombre. Y así pienso, sé que el hombre es el amo mientras las mujeres deben obedecer y complacer, únicamente para eso sirven.