Seducción vampírica (One Piece x OC)

Capítulo 20. Mutación

Cosas extrañas han pasado esta semana y los vampiros están algo preocupados por lo que decidieron reunirse en la mansión de Crocodile, donde estarán más tranquilos y puedan conversar con normalidad. Es la primera vez, en mucho tiempo, que vampiros de diferentes burguesías mantuviesen una reunión para hablar de lo ocurrido. El dueño de la mansión obligó a sus sirvientes para que preparasen algo de comida para sus invitados, que estarán a punto de llegar. Aún tiene en su cabeza en las orejas puntiagudas de Bibianne. ¿Es una elfa y no lo sabe? ¿Qué estaba pasando? Necesita respuestas con urgencia y si esto tiene algo que ver con la Legión o con la religión de esos idiotas sacerdotes. Aún no ha encontrado aquella joya mata vampiros que mató una vez al Rey de los Vampiros. Debía apoderarse de ella y destruirla.

Su olfato se agudiza dando la señal de la presencia de sus invitados. Ya han llegado y parece que algunos no están de buen humor. Las puertas de su sala se abren dejando paso a los vampiros que miraban con mala cara al señor de la mansión y dueño del casino más famoso de todos. Aunque, también negocia con tecnología avanzada, en la supuesta empresa que está trabajando su duobus, Nerddy Bibianne. Cada uno de los vampiros se sientan, hay espacio suficiente para que todos estén cómodos y puedan charlar tranquilamente. Ninguno ha dicho nada hasta que Crocodile decide romper el silencio que reina en el ambiente.

—Sabéis muy bien el porqué os he reunido aquí —dice, mientras da una calada de su puro.

—Sí, desde que nos hemos enterado de que la duobus de Rob Lucci es una bruja y la duobus de Drake es una dhampira, han pasado cosas extrañas esta semana —comenta Smoker con el ceño fruncido.

—Coméntales lo sucedido con la tuya, Spandam.

—Bueno… digamos que la mía es una sirena.

—¡¿Cómo?! —grita Cracker, sorprendido—. Si es así, ¿por qué no hemos caído en su belleza?

—Porque estaba protegida de un hechizo. Las sirenas han desaparecido de la faz de la tierra protegiendo a sus progenitores de la caza de los humanos. Si la sirena muere, el hechizo de su bebé se rompe causando que, en este caso, Tais muestre su verdadera naturaleza.

—Eso nos indica que todas las criaturas que habíamos creído extintas han estado protegiendo a los suyos —comenta Crocodile—. Pero ¿para qué?

—Los antiguos obispos dijeron que llegará en una época en que criaturas híbridas vencerían al mal que domina a los vampiros —va explicando Smoker—. O lo que dijeron las brujas: la profecía. Vosotros dos sabéis lo que está pasando en la Legión. Los Cinco Ancianos están ocultando algo.

Katakuri observa a los nombrados queriendo algún tipo de explicación por su parte. Si no lo hacen, es posible que las chicas estén en peligro ante una amenaza mucho mayor que la del propio Kaido. El silencio siembra en la sala, esperando alguna respuesta por parte de Lucci o de Spandam, aunque éste último no hablará porque sería un vampiro muerto a manos de su jefe. El moreno suspira no teniendo otra opción. Todos están en el mismo agujero.

—Desde que los cristianos mataron al Rey de los Vampiros, hubo una masacre atroz entre todos los vampiros. Todos querían ser el nuevo rey, pero un día todo cambió ante la aparición de una figura siniestra. Un vampiro en que los mismos Cinco Ancianos le temían. Él culpó a las otras criaturas por contarles a los humanos de una joya capaz de matar a cualquier vampiro. Por eso, ordenó a todos en matar a cualquier tipo de criatura: brujas, licántropos, elfos, sirenas… Esas criaturas mágicas pensaron que iban a estar seguras con los mortales, pero fue una trampa. Las brujas fueron quemadas por las hogueras, las sirenas fueron cazadas para vender sus colas, los elfos se convertían en esclavos…

—¿Y que pasó con todo eso? —preguntó Paulie muy curioso.

—Digamos que una antepasada de Golzy, Rocksy Nitch, reunió valor y coraje para enfrentarse al mal que gobernaba a los vampiros. Reunió a siete guerreras de diferentes razas porque tenían poder suficiente para derrotarlo.